40 - Colonia Basilia

65 9 0
                                    

Olivia recibió la llamada de su madre justo cuando estaba por disponerse a dormir.

Había sido un día largo en el Café y necesitaba cerrar los ojos un rato. Pero esa llamada era innegable.

—Hola, má. ¿Cómo estás?

—Oli, muy bien cariño. Extrañándote como todos los días. Pero estamos todos bien.

—Yo también los extraño, todos los días. A ver si este fin de semana podemos hacer videollamada. Necesito verlos.

—Si, cuando puedas nos dices y acá estaremos. Pero te he llamado por otra cosa que creo que debes saber.

—No me asustes. ¿Qué ha pasado?

—Han pasado muchas cosas en el pueblo estos días. Y lo que ha sucedido hoy ha sido el broche final para que me decidiera a llamarte.

—Dime.

—Tadeo ha regresado al pueblo.

Ese nombre. Ese nombre una vez más. Su corazón no podía alejarse de él por más tiempo, historia y personas que pasasen en medio.

—Ha venido con un amigo turco que quería conocer el pueblo. Y Kerem, el amigo, se ha enamorado del lugar.

—Qué bueno —articuló sin poder procesar muy bien la información.

—Mañana se van.

—¿Tadeo también?

—Si, pero parece que luego volverá para quedarse.

—Qué bueno —siguió diciendo en modo monótono sin saber cómo tomarse aquella noticia.

—Pero espera. La información importante es que Kerem quiere invertir en el pueblo. Ha visitado cada rincón y dice que tiene mucho potencial para atraer más turistas. Lo que siempre hemos dicho todos.

—Si... Es que desde siempre se debió invertir en eso, pero bueno —Olivia intentaba concentrarse en lo que su madre le decía, pero seguía sin lograrlo por completo.

Su mente había quedado congelada en su nombre y en el hecho de que había vuelto cuando ella estaba tan lejos.

—Nos ha reunido a todos en el comedor de Waldo para informarlo. Parece que quiere hacer las cosas bien, quiere incluirnos en los planes. Hará un hotel en la isla, invertirá en mejorar las calles, cada lugar de acá... Y parece que dejará a Tadeo a cargo de todo.

—¿Tanto?

—Lo mismo nos ha parecido. Es demasiado. Pero parece ser alguien de confianza. Y si Tadeo está a cargo nos ha parecido más confiable. Aun no se lo hemos comunicado, pero vamos a aceptar la propuesta. Este pueblo merece crecer.

—Ojalá lo cuide mucho.

—Creemos que lo hará. Nos aseguraremos de eso.

—¿Y cuándo empezará todo?

—Nos ha dicho que apenas se lo confirmemos, comenzaría a mover todo. Tal vez cuando vuelvas ya tendremos otra imagen de Colonia Basilia.

Olivia temió. Esa frase logró devolverla de lleno a la charla que estaba manteniendo con su madre. Y por un segundo, volvió a sentir que estar lejos la estaba privando de esos pequeños detalles que tanto amaba.

—Intentaré ir lo antes posible. Ojalá que el pueblo me reciba bonito.

—Asi lo hará cariño. Nos aseguraremos de eso, ¿si? No te preocupes. Solo quería que estuvieras al tanto antes de que le confirmemos la aceptación.

—Gracias má. Es lindo que sigan pensando en los que ya nos hemos ido.

—Seguís siendo parte de esto, pequeña. Nunca dudes de eso.

Una parada en Colonia BasiliaWhere stories live. Discover now