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Era la primera mañana con Neal, desperté con la ilucion que todo había sido un sueño, algo que mi mente estaba alucinando, abrí los ojos y lo primero que ví fue a Neal en la mesa, con unas flores, había comida en la mesa, me reincorporé en la cama.

-No sabía cuándo despertarías... Y no quería despertarte.
-Da igual -me levanté, me puse mis pantuflas y camine al armario-.
-Por favor, -se levanto rápido y se atravesó en mi camino- ya me disculpé mil veces, si? Ya te mostré mis razones...
-Entonces no debo estar enojada, digo, tu ya me demostraste que yo estoy mal, yo soy la egoísta, que tú solo buscas mi bien... -hice la voz más dramática- Deja el teatro Neal, hiciste algo que no tiene retorno. Y si me disculpas me debo cambiar, algunos no inventamos nuestra muerte para evitar problemas.
-Pase a su lado y sentí como me tomó del brazo- No, no y no.
-Que demonios, Neal?

Lo mire a los ojos, me acerco a el, solamente miraba mis ojos, luego a mis labios, sabía lo que pensaba y lo que quería hacer, no podía permitirle eso, yo sabía que eso sería una caída libre sin retorno, que después de un pequeño acercamiento yo sería la misma, pero con la diferencia de que tarde que temprano volvería a ser la misma, sin un alma en el cuerpo, solamente sobreviviendo...

-Ni se te ocurra, -dije amenazante- no quiero que me vuelvas a tomar así del brazo... Y recoge todo para que no parezca que estás, debe ser algo fácil para tí.

Luego de expresarlo con un tono frío, desafiante y algo hiriente camine al armario, tome un vestido negro que hacia mucho que no usaba, me puse unos tacones sencillos tome una gabardina azul, me llegaba más larga que el vestido, me recogí el cabello en una coleta alta, me maquillaje sencillo, tome un respiro y salí.
Estaba todo limpio, la mesa, la cama, la ropa escondida... Mire un segundo, camine a una silla, mi bolso está colgado en la esquina de esta misma.

Puntos Suspensivos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora