24

19 3 4
                                    

Bajé del taxi, todo el día de hoy había sido agotador, Peter estaba ocupado preparando una misión, quería mandar de encubierta a Diana, me encargo hacer papeleo... Introduzco la llave en la cerradura, entró a la casa. Se sentía algo fría, prendí la calefacción y dejé mi bolso en una mesa cercana a la puerta, dí un largo suspiro antes de subir las escaleras.
Antes de abrir la puerta escuché como el aceite brincaba del sartén, abrir la puerta y vi a Neal.

-Buenas noches.
-Buenas noches -tartamudeé un poco-.
-Pareces sorprendida.
-No pensé encontrarte cocinando.
-Habiamos hecho un trato, hablar en la noche, estoy haciendo la cena.
-Ah, que es? -me quité mi gabardina y la colgué en el perchero-.
-Tu comida favorita, pescado frito con una buena botella de vino.
-Nunca es mal momento para comer pescado...
-Lo recuerdas?.
-El que? Que esto mismo fue lo último que comimos juntos? Sí, sí lo recuerdo.
-Te había hecho una sorpresa, -apagó la estufa- una semana atrás habías tenido un accidente.
-Estaba persiguiendo a un fugitivo cuando saltó una barda, intenté hacer lo mismo y me rompí el tobillo.
-Yo iba detrás, logré escuchar tu grito, -dejó fija la mirada en la mesa- no sabes lo fatal que me sentí, yo te había dicho que te adelantaras.
-Es parte de mi trabajo perseguir a los malos.
-Lo sé, -levantó la mirada- por favor siéntate.

Caminé a la silla, me senté, miré a Neal llenar las copas de vino, el pescado estaba perfectamente preparado, tenía una pinta espectacular.

-Tomé la copa de vino, le dí un trago- Y como está todo?.
-Bien, Peter está algo tenso, pero todo bien.
-Claro... Algo que me quieras contar?.
-Del trabajo? No.
-Bien, Kate me vino a ver hace unas horas... -solamente pude sostener mi cara de sorpresa- Sí... Quería preguntar cómo iba todo.
-Ah... Y como está ella?.
-Es muy terca...
-Y... Ya existe fecha para tu huida? Perdón, tu viaje de regreso? -mire mi plato de comida-.
-No es ninguna huida, sabes que si tuviera otra opción me quedaría aquí... Contigo.
-Tenías esa opción, pero no la tomaste...
-No estoy muy seguro de eso...
-Podías haberme dicho, podíamos haber escapado juntos... Vivido una vida juntos...
-Esa no es una vida que tú hubieras deseado.
-Yo te deseaba más a tí, -dije más fuerte y levanté la vista- tú sabes que eso no me importaba, no tenía nada que me atará a Nueva York, mis padres murieron, no tengo hermanas, no tengo más familia que no sea yo y solo yo.
-Vivir una vida de fugitiva no es tu estilo.
-Cual es mi estilo? Estar llorando como alma en pena? Extrañar tanto a un hombre que eso provocaba que no pudiera dormir? De verdad no entiendo.
-Yo de verdad lo siento, de verdad, no sabes las noches que me partía el corazón el verte buscarme, como movías cielo y tierra por encontrarme.
-Me viste? -tartamudeé-.
-A lo lejos, en Francia, Marruecos, la costa...
-No puedo creerlo... -sentía mis lágrimas subir- Siempre estuve cerca, estabas a pocos metros de mi... -hable en voz alta- Como nunca te ví? Dios...
-Oye... Oye, tú sabes que...
-Que? Que jamás te vería si tú no lo deseabas? Estuve como idiota recorriendo el mundo solo por estar siquiera en el mismo metro cuadrado que tú... -tomé la copa de vino y de un trago me la acabé- Está va a ser una noche pesada.
-Hey, empieza a comer el pescado si no el vino te va a golpear muy fuerte.
-No creo que me pasé nada... -le dí un bocado a la cena-.
-Estuviste bebiendo?.
-Si, las primeras semanas si no estaba llorando está bebiendo.

Puntos Suspensivos.Where stories live. Discover now