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Llegué a la oficina, me senté en mi silla y empecé a hacer papeleo, luego sentí que Diana colocó un café a un lado, la miré y sonreí de lado.

-Estas bien? Te ves horrible, la fiebre tuvo que ser horrible -puso una mano en mi frente-.
-Estoy bien, gracias por el café -dije sin ánimos-.
-No es solo eso, Peter pide una reunión en la sala de juntas.
-Por que? -la mire confundida-.
-Al parecer hay un chico nuevo, viene de narcóticos.
-No iré, ya no trabajo en encubierto -miré la pantalla de la computadora-.
-Te pidió venir, no es opcional, hermosa -acarició amablemente mi cabeza-.
-Ahora voy -susurré resignada-.

Luego de unos minutos me levanté, tomé mi café y subí las escaleras dándole un par de tragos. Entre a la sala y me senté en una silla del fondo, apareció Diana, Jones y Peter.

-Gracias por haber venido, está reunión es para presentarles a un nuevo compañero, espero que le den la bienvenida, viene de narcóticos -salio de la habitación y luego entró con un chico alto, blanco, con el cabello negro-.
-Un gusto, soy Jones -se levantó y le dió su mano-.
-Un gusto, soy Ian -aceptó su mano-.
-Yo soy Diana -se levantó y caminó a el-.
-Mucho gusto, -sonrío, miró por encima de su hombro y me vio, sostuve su mirada- soy Ian.
-Yo moví mi café en forma de saludo mientras lo miraba, me levanté y caminé a la puerta- Suerte.
-Espera, -miré a Peter- el va a ser tu compañero, van a trabajar juntos.
-Que? -miré incrédula-.
-El escritorio que está enfrente de ti va ser de el, llévalo por favor.
-Lo que diga, jefe -dí una sonrisa forzada y salí-.
-Disculpa, no me has dicho tu nombre -me siguió el nuevo-.
-No lo necesitas saber, -seguí caminando- ese es tu escritorio.
-Por que no puedo tener este? -señaló el escritorio de Neal-.
-Ese escritorio es de un compañero, no se toca -lo miré de arriba abajo y me senté en mi escritorio-.
-Sabes, tienes unos lindos ojos, si sonrieras más te verías más guapa, jefa -puso sus manos en mi escritorio-.
-En el cajón de la izquierda tienes tus credenciales, también la contraseña de la computadora, te voy a enviar una lista de cosas que debes revisar, -lo miré- entendiste?.
-Lo que diga, jefa -Sus ojos eran color miel, unas pestañas largas, luego me guiñó un ojo-.

Por una carpeta compartida le envié un par de documentos y una lista de las cosas que tenía que hacer, igual que una lista de los sitios webs que utilizamos para encontrar información. Un par de veces me levanté por más café o para ir al baño, sin más se me acercó Diana con su chaqueta en la mano.

-Vamos a ir a comer Jones, mi novia y yo, quieres venir? Vamos a ir por hamburguesas.
-Estoy bien, disfruten -sonreí sin apartar la mirada-.
-No puedes saltarte la comida -tocó mi mano-.
-Voy a salir en unos minutos, no te preocupes, -tomé su mano y la mire- mándale un saludo de mi parte a tu chica.
-Esta bien, -suspiró, me dio una media sonrisa y caminó- Ian.
-Dime -la miró-.
-No tardes en comer -lo señaló con el dedo y levantó una ceja-.
-Esta bien, gracias. -se giró y se fue- Jefa.
-Que? -suspiré-.
-Te mandé lo que encontré sobre esa obra robada.
-La pintura? -busqué en la carpeta-.
-Si, -se levantó y se puso detrás de mi- en narcóticos no hacía trabajo de escritorio, es raro.
-Acostumbrate. -dije cortante y miré la información- No está mal, puedes ir a comer.
-Gracias, -me miró- a dónde vamos?.
-Disculpa? -lo miré-.
-Vi por aquí un restaurante de comida china -tomó su chaqueta-.
-Creo que no he sido clara, tú vas a ir a comer, solo -lo miré de arriba a abajo y luego seguí viendo la computadora-.
-Si vas a salir a comer no tiene caso que no vayamos juntos -se acercó a mi-.
-Adios -pasé mis manos por mi cara-.

Puntos Suspensivos.Where stories live. Discover now