54

5 0 0
                                    

Estaba simplemente esperando. Cómo cuando ya sabes que algo malo pasará y es inevitable, solo... Esperas. Esperas ese golpe, esa mala noticia, esa decepción porque estás preparado para lo peor, porque ya estás en resignación. Simplemente sonreí lo mejor que pude y recé lo que no había hecho en años. Miré por unos segundos a Ian, su mandíbula estaba apretada y tenía la mirada fija en su mamá que estaba acompañada de la mano con Layla.

-Ey... -dije suavemente- Me gusta más cuando sonríes.
-Lo siento... Solo, no puedo creer que estén aquí las dos.
-Lo sé... Ni yo.

Layla tenía un vestido ajustado a su cuerpo con escote de corazón acompañado de un brillo blanco. Si cabello suelto con unas ondas naturales. Un maquillaje bastante natural con un delineado perfecto. Se veía hermosa, no podía negarlo. Su mamá con un vestido negro, corte recto. El cabello suelto y planchado. Ella me miró de abajo a arriba. Yo tragué para no modificar mi expresión neutral. Por unos segundos miré mi vestido azul ceñido a mí figura haciendo juego con el esmoquin azul de Ian con una camisa blanca.
Ellas dos con pasó seguro caminaron hacia nosotros. Por un segundo me sentí diminuta.

-Sabes... No tengo suficiente alcohol en mi cuerpo para soportar lo que está por venir.
-Siempre podemos huir -me miró-.
-Ahora no parece una locura.
-Ey... Mírame. -me tomó de la barbilla y me hizo mirarlo- Te ves increíblemente hermosa. Eres la mujer más guapa de toda esta sala.
-Solo de esta sala? -le dije bromista-.
-Se todo el maldito planeta.

Sin pensarlo nada. Me tomó del cuello y me besó. Tan profundo y sensual. De alguna forma me pasaba su seguridad, no sabría describirlo. Estoy segura que cualquiera que nos viera le daría incomodidad vernos. Yo no me quedé atrás. Tomé su saco y lo jalé hacia mi. Luego escuchamos como su mamá tosía falsamente. El se separó mirándome a los ojos. Dio la vuelta pasando un dedo por sus labios manchados. Yo imite su acción mirando a su mamá a los ojos.

-Esto es una fiesta, hijo mío. No un burdel.
-Disculpa? -solté una risa ahogada- Estás bien?.
-Si -sonreí burlona-.
-Que haces aquí, mamá?.
-Pues... Siempre que tenemos una conversación solo huyes.
-Por qué será? -dije rodando los ojos- Iré al baño. Ahora vengo.
-Esta bien.

Antes que soltara su mano me tomó de la cintura y del mentón. Volvió a besarme apasionadamente y se separó lentamente mientras susurraba que no tardará. Sonreí, dejé un beso corto y limpié el borde de su labio inferior. Layla bajaba la mirada y jugaba con sus dedos.
Entré al baño y suspiré todo el aire de mis pulmones. Empecé a respirar mientras me veía en el espejo. Tenía el pintalabios un poco corrido. Tomé un pedazo de papel y empecé a hacer la corrección. Empecé a sentirme muy cansada. Entre a un baño y me senté en la taza mientras intentaba calmarme.
Sentí mi teléfono vibrar en mi pequeño bolso. Lo saqué y miré que Ian me estaba escribiendo "Sigues en el baño?". Suspiré y contesté.
Estaba por salir cuando escuché a alguien entrar. Instintivamente levanté las piernas y recogí mi vestido para que no se viera nadie. Mentalmente me golpeé sin saber porque hice eso. Estaba por bajar mis piernas cuando escuché a Layla.

-Ya puedo hablar... Si, lo sé... Lo he intentado... Esa bruja no me deja en paz... Lo sé... Se que no querías que viniera.

Saqué silenciosamente mi teléfono, lo puse en vibrador y empecé a grabar la conversación. Yo había visto muchas películas y cuando algo interesante pasaba la protagonista nunca grababa o tomaba una foto, luego cuando lo contaba no le creían. Yo no iba a cometer ese error.

-Ya sabes. Creí que iba a ser divertido venir y molestarlo, pero al parecer está saliendo con alguien. No es divertido, yo quería que me suplicara... Pero está muy ocupado besándose con ella... La bruja esa me hizo comprarme un vestido para esto... Sabes cuántos dólares me gasté?... Esta bien... No está mal, pero no está a mi nivel... Si, no es fácil eso... Jaja lo sé... Bueno... Debo colgar, la loca vieja esa debe estar como loca buscándole... Vale, muchos besos... Adiós.

Pasaron unos segundos, parecía que se acomodaba el cabello. Luego escuché la puerta. Guardé el teléfono y salí lentamente del baño. Me aplique un poco de lápiz labial y salí.

Puntos Suspensivos.Where stories live. Discover now