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-Vamos... -tomó mi mano y me guío hasta la cama- Duerme.
-Necesitamos hablar...
-Lo se, pero no lo vamos hacer a las... -miró el reloj- 2 de la mañana.
-No importa.
-Mañana vas a trabajar.
-Puedo perder el día, eso ahora no me importa.
-No vas a perder el día, duerme, mañana cuando regreses hablamos.
-Yo sé que es mentira, vas a intentar evitarme.
-Lanzó un suspiro- Si me prometes que te vas a dormir, mañana vamos a hablar del tema.
-No quiero juegos, Neal.
-No son juegos, quiero que duermas tranquila.

Suspiré, tomé una almohada y la abracé con mis piernas, recargue mi cabeza en otra almohada, luego de unos minutos Neal hizo lo mismo, estábamos en silencio, no tenía sueño.
Me desperté, al abrir mis ojos lo primero que ví fue el techo, mire a mi izquierda, Neal estaba dormido, con solo unos pantalones. Me levanté lo más delicado posible, camine al vestidor, saqué un vestido azul marino, unos tacones negros, me amarré el cabello en una coleta bastante alta, me vestí lo más rápido que pude, me coloque un perfume de Neal en mis muñecas. Preparé huevos revueltos con tocino, saqué un cartón de jugo de naranja, serví en dos vasos.

-Me gusta ese vestido, -me giré abruptamente- buenos días.
-Buenos días, -tartamudeé un poco, luego dejé un plato con la comida-.
-No te vas a poner uno? -Se levanta de la cama-.
-No -le dí un trago a mi vaso-.
-Bueno... -Pasó a mi lado- Sigo dormido o ese es mi perfume?.
-Puede ser... Ya me voy -dejé el vaso y camine al perchero-.
-Espera... -tomó una de mis muñecas y luego la acercó a su nariz- Es el perfume que me regalaste en febrero.
-Sí...
-Desde cuándo haces eso? -me miró a los ojos-.
-Desde tu supuesto funeral.
-Yo... Ese era uno de mis favoritos...
-Me solté ligeramente, luego tomé mi bolso y una gabardina- Debo irme, hablamos en la noche.
-Si...

Tomé la manija, antes de salir por la puerta me volvée.

-Me gusta usar tus olores, te sentía más cerca de mi, compré por meses tu mismo shampoo, tu jabón para el cuerpo, el acondicionador, crema corporal, me ponía tu ropa, me dormía de tu lado de la cama, todo me hacía pensar en ti, me sentía más cerca de ti, dormía con la imagen de tu rostro en mi mente... Al inicio fue por aferrarme a ti, luego se volvió costumbre -suspiré y salí de la habitación-.

Al llegar al trabajo se me acercó Diana, me contó algunos chismes de la oficina, chismes de corredores, luego hablamos de cosas coloquiales.

-Me encantaría ir al teatro con ustedes pero no puedo.
-No puedes o no quieres? -desvie la mirada- Mira, entiendo lo que sientes, cuando mi madre falleció...
-Diana, la muerte de tu madre y la de Neal no es lo mismo, no dudo que amarás a tu madre, era una mujer encantadora, pero no es igual, agradezco mucho la intención, no dudo de tu buen corazón, simplemente prefiero quedarme en casa.
-Mozzie me contó que sospecha que sales con alguien...
-Dios... No salgo con nadie, no podría.
-Chicas, amo que convivan pero tenemos trabajo -Pasó Peter a nuestro lado-.
-Si jefe.
-Si Jefe.

Puntos Suspensivos.Where stories live. Discover now