Sentía el frío recorrer mi piel, cerré los mis ojos, un escalofrío invadió todo mi cuerpo, a pesar de que tenía una sábana alrededor de mis hombros, no era suficiente para combatir el frío, levante la vista y vi la silueta de varios edificios de Nueva York, pequeñas luces salían de estos, parecían estrellas. Un recuerdo invadió mi mente, pude sentir como mi corazón se estrujó.
-No te preocupes Neal, solamente voy rápido.
-No, voy a ir contigo, ya es tarde.
-Tranquilo, no tardo, solamente voy a ir por leche.
-Ya es tarde, no voy a dejar que vayas sola, -ví como se colocaba unos tenis- sabes que me voy a preocupar si vas sola.
-Tranquilo, -tomé una gabardina- ahora nos vemos.
-No vas a ir sola, -repitió mi gesto y luego se acomodo la camisa- ahora sí, vamos.
-Eres un terco -sonreí-.
-Y tu una cabeza dura.Bajamos las escaleras y salimos de la casa, de camino a la tienda íbamos en silencio, nada incómodo, entré a la tienda sola, compré un galón de leche, unos dulces, chocolates y un libro de poesía, todo lo metí en una bolsa, luego de pagar salí.
-Para comprar leche esa bolsa se ve pesada.
-No vayas a husmear, es una sorpresa -sonreí-.
-Cual sorpresa?.
-Ya vas a ver... -reí y me coloque más adelante que el-.
-Ven aquí, -me tomo de la cintura, tomo mi mano y luego tomo la bolsa- tus manos están frías.
-Esta haciendo mucho frío, qué esperabas.
-Te dije que te pusieras unos guantes.
-No eran necesarios.
-Eres una cabeza dura -tomó nuestras manos y las coloco en su bolsillo-.
-Sabes, he notado que te gusta hacer eso.
-Que? -giró su rostro-.
-Tomar nuestras manos y meterlas en tus bolsillos.
-Es para que estés más cerca de mí.
-Jajaja señor Neal contróle por favor sus cursilerías.
-Que? Yo? Usted es muchísimo más cursi que yo.
-Claro que no.
-Claro que si, -saco su mano, tomo mi mandíbula- eres tan cursi.
-Eso lo dices porque te gusta -detengo mis pasos-.
-Sabes que si, -me sonríe y me da un beso corto- sigue caminando, está por anochecer y solamente a usted se le ocurre salir a estas horas.El camino fue así, ligero, hablamos de cualquier cosa, nos contábamos todo... Casi todo.
Sentí en mis hombros algo, levante la vista y vi a Neal, había colocado una franela.-Que haces despierto?.
-Que haces tú despierta?.
-Nada -desvíe la vista, otra vez enfoque mi mirada en el horizonte-.
-Debes entrar, está haciendo frío.
-Ahí voy...
-Escuche un suspiro- Oye... Debemos hablar, yo lo sé, pero te vas a enfermar.
-Mis manos frías.
-Que?.
-Siempre que tomabas mis manos cuando hacía frío, decías eso "Tus manos están frías"
-Escuche como se sentó a mi lado- Sí, tus manos estaban frías.
-Pero ya no, -le enseñe mis manos- siempre me decías que debía usar guantes, ya no tengo las manos frías porque uso guantes.
-Lo he notado -enfoco su mirada en mis manos-.
-Ya no necesito que abrigues mis manos, porque ya usó guantes -sentí mis ojos cristalizarse-.
-Eso está bien, -tomó mis manos- yo siempre voy a calentar tus manos, aunque uses guantes -luego dejó un beso en los guantes-.
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Puntos Suspensivos.
RomanceDespierto... Mis ojos están llenos de lágrimas, extiendo mi mano y no hay nadie, siento otra lágrima caer. Otro día con la estúpida esperanza que todo fue un sueño... Todos creen que estoy loca, aunque no me lo digan, Peter, Diana, Mozzie... Todos...