Lovesick Boys © || Bakukami

| ғoυrтн polιce ιnтervιew |

❝Voy justo por la línea
dividiendo mi mente y mi ser,
en el límite del borde
y en el cual yo camino solo.❞

Green Day | Boulevard Of Broken Dreams

✄ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴

Había muchas cosas que le gustaban a Ashido Mina.

Le gusta que su cabello siempre se viera extremadamente rosado, le gusta trabajar en la peluquería que le dejó su madre, le gusta usar ropa a la moda y darle su toque personal a pesar de que para muchos era reveladora, le gusta tener la atención de su entorno, le gusta perder el tiempo haciendo graffitis en los callejones de la ciudad junto a sus mejores amigos, le gustan los batidos de fresa y le gustaba escuchar Green Day aunque muchos dijeran que estaban pasados de moda y quienes los escuchaban eran adolescentes resentidos que buscan atención.

Si, esas eran algunas de las muchas cosas que le gustaban a la extrovertida y única chica del grupo de Bakugō Katsuki. Casi nadie conocía las cosas que no le agradaban, sus gustos eran conocidos por todos gracias a que ella era muy directa al respecto y de la misma forma aclaraba que por más que odiara pocas cosas, no eran una molestia en su vida.

Gracias a su actitud tan honesta ante el mundo todos los que escucharan el nombre de Ashido eran conscientes de sus actitudes, sus gustos, su estilo y hasta sus platillos favoritos.

Eran esos motivos los que dejaban en claro que los rumores de que algo malo estaba ocurriendo en el controvertido grupo adolescente, del cual la fémina formaba parte, eran ciertos.

Mina en ese momento se encontraba frente al mural en el que estaba trabajando hace ya unos meses atrás, su cabello que normalmente brillaba de color rosa ahora se veía un poco opaco carente del conocido resplandor, llevaba unos pantalones de jean azules con un jersey que le quedaba grande y era completamente negro sin ninguna clase de decoración, en lugar de disfrutar de un batido de fresa estaba bebiendo una botella de alcohol barato y pese a tener varias latas de pintura en su mochila para seguir con su vandalismo normal, ella solo se paseaba delante del mural inacabado caminando por encima de las líneas de la acera con un brazo extendido, el otro sujetando la botella y sus orejas ignoraban el mundo debido a la fuerte música de sus audífonos.

Cualquiera que hubiera estado viendo la actitud de Ashido podría decir que parecía drogada o ebria, en el mejor de los casos, pero la pelirosa se encontraba en sus plenas facultades y de vez en cuando desviaba la mirada hacia el cielo e ignoraba por completo la carta sellada que tenía sepultada entre sus latas de pintura.

Podía estar sobria en todos los sentidos de la palabra, aunque ese no fue un impedimento para fruncir el ceño con asco cuando sintió arcadas debido a que bebía de a sorbos el alcohol sin nada en su estómago.