Lovesick Boys © || Bakukami

| 38. нappy ѕιхтeen yearѕ! |

❝Brillando como a mi me gusta,
si sientes que necesitas un poco de compañía,
me conociste en el momento perfecto.❞

Dua Lipa | Levitating

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Yaoyorozu conducía el deportivo rojo de su madre mientras intentaba iniciar una conversación amena con Jirō, en vano porque ella guardaba absoluto silencio o respondía con monosílabos.

Tras quince vergonzosos minutos de viaje cayeron en un incómodo ambiente solo palpable para Momo, por suerte escuchaban Dua Lipa y el mutismo no era tan oscuro.

A pesar de que Jirō no era la persona más sociable, entre ellas nunca fue necesario forzar la charla porque se entendían lo suficientemente bien como para conversar de diferentes temas sin sentirse incómodas, pero en ese momento Jirō no estaba de humor para hablar con nadie y desde que ellas dejaron de ser novias —aunque nunca terminaron de romper según Momo— no han hablan tanto como en los inicios de su amistad.

El distanciamiento con Kaminari le pasó factura y Yaoyorozu no deja de preocuparse, la personalidad de su chica siempre fue introvertida con otras personas, tímida si debe hablar en grupo y es alguien callada, pero su mejor amigo siempre lograba sacar un lado más abierto. Él impedía que Jirō se aislara.

De repente, la voz de Dua Lipa fue reemplazada por la estridente canción de Bon Jovi llamada It's My Life.

—Esa es una de las canciones favoritas de Kaminari, ama esa banda —Susurró Jirō y Yaoyorozu quiso maldecir el estéreo conectado a su lista de reproducción, era como si el universo quisiera abofetearlas en la cara.

Por suerte la canción era lo suficientemente alegre como para impedir que Jirō volviera a entristecerse por la ausencia de su mejor amigo y la ley de hielo que le ha aplicado las últimas semanas.

La reina de la U.A. siguió manejado mientras seguía el camino marcado en su GPS.

En la finca donde se llevaban a cabo los preparativos para el cumpleaños de Jirō, Kaminari se mantuvo alejado de cualquier grupo porque era mucho más interesante acomodar los vasos en una mesa, a pesar de ser consciente de que los invitados iban a mandar a la mierda todo en cuestión de segundos.

Por otro lado, Bakugō estaba terminando su segunda lata de cerveza intentando ocultar los ligeros tics nerviosos de sus articulaciones para que no fuera tan evidente. Ya recuerda por qué nunca duraba su abstinencia.

Afortunadamente había muchas cosas por hacer y eso lo distraía el tiempo suficiente, aunque también le hacía más susceptible. Especialmente porque cada vez que cruzaba miradas con Sero sentía un escalofrío en su espina dorsal, pero entre Tetsutetsu que ya estaba ebrio a las siete de la tarde, Kirishima asilado en un rincón colgando las luces de colores, Ashido con Himiko y Tenko llevando algunas cajas con bebidas alcohólicas, la rubia coqueteando abiertamente, y Dabi y Geten que controlaban la música y los dejaba sordos con el volumen, nadie le prestaba atención a Katsuki.