Lovesick Boys © || Bakukami

| 17. overғlowιng eυpнorιa |

❝A veces siento que nadie me entiende,
atrapado en un mundo
donde todo el mundo me odia,
hay muchas cosas por las que estoy pasando,
no estaría aquí si no fuera por ti.❞

Simple Plan | This Song Saved My Life

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Kaminari descendió del auto arrastrando consigo la chaqueta de Bakugō, la noche era bastante fría y, a pesar de ello, disfrutaba de su helado.

Al instante le siguió Bakugō, quien antes se encargó de encender la alarma del vehículo y con una botella de cerveza en su mano libre fue tras el quinceañero. Tal como dijo Kaminari, no había personas en el centro de la ciudad a esas horas de la madrugada, las tiendas estaban cerradas y solo las farolas de la calle junto a los escaparates de los locales iluminaban el camino.

Vio a Denki caminando encima de las bancas en la plaza. El grueso abrigo colgaba de sus codos mientras que de vez en cuando giraba para caminar de espaldas mientras miraba el cielo como si fuera lo más interesante del mundo.

Se acercó cuando lo vio saltar de los asientos para caminar por los bordes de una de las fuentes de agua.

—Es como si estuviéramos solos en la ciudad.

—Cualquier persona normal estaría en una fiesta o durmiendo, somos los únicos anormales dando un ridículo paseo a mitad de la noche.

—¿Quieres que vayamos a casa?

—Podemos dar una vuelta, eso querías, ¿No? —Kaminari asintió feliz y saltó lejos de la fuente para caminar al lado de Bakugō.

—¿Quieres jugar verdad o reto?

—¿Solo entre nosotros dos? ¿Qué sentido tiene?

—Vamos, solo quiero hablar contigo.

—No tiene sentido.

—Por favor, please —El quinceañero se colgó del brazo de Bakugō —¿Si?

—Ah... quiero verdad.

—¿Cuándo comenzaste a consumir? —Bakugō se veía venir esa pregunta en algún momento y responder no significaba contarle los detalles de aquella época tan turbulenta de su pasado.

—Después de que mi madre falleció, ocurrieron muchas cosas durante ese año y solo buscaba una manera de apagar mis pensamientos que cada vez eran más deprimentes —Kaminari asintió, al verlo de reojo, Katsuki esperaba que insistiera por los detalles de la historia, pero como siempre, el menor no lo presionaba por saciar sus dudas a pesar de que su curiosidad era enorme —Te toca.

—Verdad, tengo miedo de elegir reto, Sero dijo que una vez lo obligaste a llamar a su madre y decir que estaba follando con su profesora de matemáticas.