07 - ii

10.1K 1.3K 1.2K
                                    








Un mapa se proyectó en el panel blanco que había en el fondo de la sala de reuniones apenas Yoongi hizo acto de presencia por esta, vestido con un traje táctico y un intercomunicador visible en la zona de su oído.

Eran alrededor de las una de la madrugada, él y Jimin habían estado en la oficina de abajo, llenando algunos informes que no avanzaban mucho porque Yoongi era un coqueto empedernido que se desconcentraba cada mayor tiempo pasaba con Jimin en la pequeña habitación.

Ahora ambos entraron a la par, separándose para tomar sus respectivos puestos, con Yoongi a la cabecilla y Jimin en unos de los asientos de la mesa redonda de la sala de reuniones, la cual se encontraba casi vacía, solo dos capitanes y Jin en ella, pues el resto seguía en sus rotativas nocturnas correspondientes.

—¿Cuántos focos son? —Preguntó, observando el mapa y el cual se marcaba con líneas rojas en ciertas zonas perteneciente al distrito de los humanos.

Entrecerró los ojos y escaneó la pantalla gigante, con una mano abrazando su abdomen y la otra acariciando su barbilla, adoptando una postura pensativa y concentrada.

Hani carraspeó y encendió un puntero laser que se deslizó por el mapa.

—Cuatro focos —explicó, señalando las zonas—, iniciados hace media hora atrás, una hora a lo mucho.

A veces, el hecho de que su misma raza por genética sea intuitiva, sacaba las respuestas mucho antes de poder confirmarlas.

Como ahora, donde creía que esos mismos focos de incendio no eran nada más ni nada menos que para provocar al vampiro.

Yoongi no tenía que pensar demasiado, el mismo grupo de investigación que los visitó hace semanas atrás llevaban un registro de energía liberada en las mismas fechas que Taehyung detuvo los incendios.

Querían probar lo mismo, el mismo punto.

Suspiró, casi por suerte habían sido precavidos en llevar al vampiro al acceso sur, lo más lejos posible.

—¿Cuánto se tardará en llegar a nuestro terreno? —preguntó a Hani e inmediatamente sobre el mapa se mostraron unos gráficos y una simulación en tiempo de lo que podría pasar en las próximas horas en su terreno.

—Tres días si el viento no cambia, cinco días si disminuye.

Yoongi soltó una maldición y apoyó las manos en la mesa.

Jodidos humanos, si no eran un problema, era otro.

—¿Han avisado a los humanos?

—Hoseok se está encargando de eso —Jimin alzó la voz, y cuando Yoongi le miró, lo encontró con un celular, quizá encargándose de cumplir ese hecho.

En situaciones como estas, Yoongi agradecía tenerlo de su bando.

—Yoongi —Esta vez, fue Jin quien lo llamó, su voz preocupada y tensa, igual que su rostro, deslizándose en él cierta seriedad en sus facciones cuando negó—, no podemos entrometernos porque es su terreno, pero si no controlan la situación, estarán arriesgando el nuestro.

Ese era el problema, podrían ser ajenos a la situación, por más que les doliera sentir y ver el bosque quemándose, no era algo de lo que tenían que tomar responsabilidades, sin embargo, sino tomaban cartas en el asunto, Yoongi sabía que, a la larga, los terminaría perjudicando igual.

En cierto punto, era algo imposible de ignorar.

—Tenemos cortafuegos forestales —murmuró, más para sí mismo que para el resto, como si fuera incapaz de controlar sus pensamientos. Alzó la vista y nuevamente se enfocó en el mapa—, los cortafuegos protegerían el diámetro de la guarida, pero no las zonas limítrofes en sí, no todas cuentan con uno.

GRANATUM #2; taekookWhere stories live. Discover now