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—Oiga señor vampiro, entonces, ¿el sol no le duele?

Taehyung sonrió, divertido ante la ocurrencia del cachorro sentado frente a él, quien ladeaba la cabeza y observaba con ojos fascinados su rostro, como si fuese alguna obra de arte nunca antes vista en la manada.

Otros tres niños estaban a su alrededor, observándole de la misma manera, ojos grandes, brillantes y redondos, contemplándolo cual sabio que había llegado un día a contarle todas las historias de sus grandes hazañas.

Y bueno, a Taehyung como que le gustaba tirarse flores, así que realmente su ego se alzó cuando entró a la guardería hace horas atrás, notando que los cachorros corrieron tan rápido sintieron su aroma, obligándolo a echarse en el pasto junto con ellos para responder todo tipo de preguntas.

¿Qué hacía él en la guardería? No había razón en absoluto, sólo le gustaba pasarse a veces y ya.

Así que ahora, mientras simulaba pensar, se toma la barbilla y observa hacia el cielo claro, completamente pensativo y serio, aunque muy en el fondo quería echarse a reír por las ocurrencias un poco –demasiado- fantásticas de sus pensamientos.

Esos cachorros siempre le miraban así, pensó, con ojos expectantes e iluminados, como si estuvieran frente a una piedra preciosa nunca antes jamás vista por ellos. Incluso cuando, hace un mes atrás habían sido testigos de su aspecto demoniaco, su forma vampírica que no creaba nada más que terror, ellos seguían observándole con admiración.

—Bueno, me quema más de lo normal —contestó entonces, escuchando un coro de "wooooah" por parte de los niños. Miró a cada uno, con una leve sonrisa y negó—, pero no me daña, en realidad. Soy demasiado poderoso para eso, ahora mismo los pulvezaría con tan solo mirarlos.

Y apenas dijo, su vista cambió a una completamente roja y brillante, haciendo que todos los cachorros chillaran emocionados ante sus palabras.

Dios, ¿qué les daban a esos cachorros? ¿qué querían? Que les pisara la cara ¿o qué?

De todas formas, no siguió hablando sobre matarlos, incluso si era de broma, porque recibió una mirada enojada de Momo, una de las lobas cuidadoras de la guardería.

Así que simplemente se cruzó de brazos y les miró con un rostro altanero desde su posición sentada, con las piernas cruzadas, frente a ellos.

—¿Y de verdad sus colmillos tienen veneno?

Ahora sí, no pudo evitar soltar una pequeña risa.

—¿Qué están hablando ahora?

—El tío Kukku dijo que usted era venenoso. —contó una cachorra, la cual reconocía con el nombre de Wonyoung. Ella llevaba el cabello castaño, largo en un montón de rizos que se revolvían desordenadamente por sus hombros.

Taehyung le miró escéptico, no queriendo detener sus pensamientos en el apodo que los niños le tenían al chico porque, ajá, era un poco tierno.

—¿El tío Jungkook dijo eso? —preguntó, con una ceja alzada, medio divertido medio fascinado. Quizá su mente anotándolo para recordárselo más tarde cuando se lo encuentre y así sacárselo en cara, posiblemente hacerle soltar ese aroma dulce que trae consigo, ver su rostro sonrojado, con ese ceño fruncido que pone cuando las cosas no salen como le gustan.

Y oh, Taehyung adora ver su ceño fruncido.

—Sí, sí, sí —dijo entonces otro cachorro. A Taehyung le caían tan bien esos pequeños sólo por el simple hecho de que eran completamente ingenuos y sinceros. Estaba seguro que podría preguntarles el secreto más oculto de la manada y ellos no dudarían en contarle. El chico que reconoció como Hyunjin le miró a los ojos, completamente emocionado mientras asentía con fuerza, su largo cabello rubio agitándose por todos lados—, el tío Kukku vino a darnos clases ayer y dijo que no teníamos que acercarnos a usted porque era venenoso, entonces con los chicos pensábamos que usted tenía colmillos con veneno, ¡así como las serpientes!

GRANATUM #2; taekookWhere stories live. Discover now