capitulo 30

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Estaba en la sala de espera junto con mi familia, mi mirada estaba perdida y no escuchaba nada a mi alrededor, había llegado al hospital desde hacia tres horas pero nadie me decía nada, nadie hablaba nada y todos estábamos expectantes.

—Hermano —Lilyth se sentó a mi lado—. Ten, bebe esto.

Yo negué con la cabeza.

—Por favor Chris, es café, te ayudará a mantenerte despierto.

Yo volví a negar.

—El doctor dijo que si llega a haber una nueva hemorragia tendré que escoger...

—Pero hermanito ten fe, Faith es fuerte, Archer va a estar bien, no desfallezcas ¿Si? Hazlo por ellos.

—¿Qué pasó? ¿Por qué pasó esto? ¿Dónde diablos esta Leonard? —pregunté con rabia.

—Lo hemos buscado en todos los hospitales, nada, no contesta tampoco su teléfono —dijo mi padre.

—Era mi empleado de más confianza ¿Cómo pudo hacerme esto?

—Chris...

—¡Y esa maldita zorra! ¡La haré pagar! —me coloqué de pie de manera brusca—. ¡Juro por Dios que la haré sufrir de la manera mas vil que solo un McGregor puede hacer sufrir a alguien!

—Hijo cálmate por favor... —me pidió mi madre pero guardó silencio cuando su teléfono empezó a sonar—. Mary me ha estado llamando, va a venir.

—No puedo atenderla ahora —dije con agotamiento.

—No te preocupes por eso ¿Si? Yo me ocuparé de eso —dijo Lilyth caminando hacia mí.

Parxon y Karxon aparecieron en el pasillo del hospital corriendo como locos.

—¡¿Qué pasó?! —gritó Parxon asustado.

—Un accidente —les informó Lilyth.

—Voy a entrar —alegó Parxon.

—No puedes, está en observación —les dijo mi padre.

—¿Quién es la enfermera?

—Susan, alguien de confianza —le dijo mi madre.

Yo solté una risa sarcástica.

—¿Confianza? ¿Quién es de confianza en este momento? —pregunté de mal humor.

—¿De qué me perdi? —preguntó Karxon.

—Creemos que Leonard lo provocó —les informó mi padre.

—¡¿Qué?! Ya vengo hermano, Relájate —me dijo Parxon antes de adentrarse en un pasillo.

Arrojé mi cabeza hacia atrás e inhalé profundo, estaba a punto de enloquecer.

A las ocho de la mañana un rayo de luz se asomaba por la ventana y yo trataba de concentrar mi mirada en como la luz le daba a una planta de sombra para no quedarme dormido, Parxon se había ido desde hacía varias horas y nada que nos traía información, eso solo me desesperaba más, con frustración me coloqué de pie asustando a Lilyth, quien estaba durmiendo a mi lado.

—¿Pasó algo? —preguntó ella asustada mirando hacia todos lados.

—Nada, todavía nada —murmuré caminando por todos lados.

Karxon levantó la mirada y se colocó de pie, finalmente Parxon apareció.

—No se imaginan todo lo que tuve que hacer para poder entrar a verla y por favor no me pidan que se los diga —dijo con asco—. Bien, esto es lo que sé y lo que vi, ella está bien, golpeada por todas partes pero estable, no puedo decir lo mismo del bebé.

sumidos por el placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora