sumidos por el placer

capitulo 32

Quince días, quince días y Faith aún estaba en coma inducido, se veía mas delgada a pesar de su embarazo aunque las heridas ya estaban casi curadas, su vientre abultado sobresalía de manera casi magistral, me encantaba verla, me encantaba imaginar que estaba dormida y que en cualquier momento despertaría, eso hacia que la situación fuera más fácil de soportar, sostuve su mano con fuerza y le di suaves besos a sus nudillos.

—Lo siento tanto mi Faith, de verdad lamento no haberte protegido lo suficiente...

Me levanté de la silla y le di un beso a su frente para cambiar lugares con su madre.

—¿Cómo te sientes? —me preguntó tomando mi lugar en la silla.

—No sé que responderle —le admití después de pensarlo un poco.

—Te entiendo, recuérdame ¿Por qué hacemos esto?

—¿Qué cosa?

—¿Por qué la mantenemos dormida?

—Por Archer.

—¿Y si no despierta?

—Lo hará, Parxon y el doctor lo aseguraron.

—Todo por Archer ¿Cierto?

Yo fruncí el ceño.

—Yo sé que ella hubiera preferido esto con tal de que nuestro bebé estuviera bien.

—Si hubiera sido por mí ya la habría despertado —me dijo la mujer agarrando la mano de Faith.

—Arriesgaría a Archer si hiciera eso.

—A ti te interesa Archer y a mi me interesa mi hija, que situación tan difícil.

—¿Qué?

Ella se giró lentamente y me miró de una manera que me hizo sentir incómodo, culpable.

—Haces esto por tu heredero, no por ella.

—¿De qué habla?

—Ella no quería al bebé, no se sentía bien con eso de ser madre y solo se fuerza a serlo por ti.

—Yo nunca la forzaría a nada.

—No, pero apuesto a que si hubieras sido tú el que no deseara ser padre la hubieras hecho abortar.

—Mary yo... yo nunca la habría obligado a nada, lo único que he hecho en estos meses es demostrarle todo mi apoyo y mi amor, no la habría hecho abortar y le he intentado mostrar que todo va a estar bien, que nada se va a arruinar, que yo no permitiré que todo se arruine.

—¡Todo este desastre es tu culpa! —gritó colocándose de pie—. Por tu familia, por todo lo que los rodea.

—¡¿Qué diablos le pasa?! —grité yo, no estaba de humor para esto—. ¡Si señora! ¡Ya sé que es mi culpa! ¡Me torturo con esto todas las malditas noches! ¡¿Cree qué a mí no me duele verla ahí cuando me acostumbré a tenerla a mi lado todas las noches?! le diré una cosa y que le quede bien claro, tanto usted como yo le hemos hecho daño, la diferencia es que yo he luchado por meses intentando reparar cada daño que le hice mientras usted prefirió a su esposo muchas veces por encima de ella y aún así ella la siguió apoyando cuando pudo simplemente mandarla al diablo así que no venga aquí a juzgarme.

—Tú no sabes lo que dices...

—¿No lo sé? Dígame entonces ¿cuidó a Faith cuando Luke la mandó al hospital? ¿La apoyó y le dio ánimos cuando ese hijo de puta le robó su beca? ¿La comprendió cuando se enteró de que vivió en la universidad? ¡No! ¡No lo hizo! Así que no venga a culparme cuando usted también tiene rabo de paja ¡No se atreva a juzgarme!