sumidos por el placer

Extra - La boda (parte 1)

Cuando conocí a Faith no pensé que fuera a tener tanta relevancia en mi vida, la verdad, nunca pensé que se convertiría en mi vida entera, la primera vez que salió de mi vida se sintió como si una parte de mí me faltara, una parte de mí que desconocía completamente.

Faith era eso que me faltaba pero no sabía que era, lo que algunas noches me desvelaba, lo que algunas veces no me permitía ser cien por ciento feliz, aun con el dinero, con las amantes, con la familia, siempre faltaba algo, y cuando la vi caminando por el altar hacia mí me di cuenta que ella era lo que me faltaba, ahora estamos acá, jurándonos amor eterno como si eso fuera algo necesario, como si las personas que nos rodean y Dios no supieran lo mucho que nos amamos, solo un protocolo medianamente necesario para garantizarle que nunca le va a faltar nada, ni a ella ni a Archer.

su vestido entallado de encaje, el velo cubriendo su hermoso rostro pero sin cubrirlo del todo, su cabello cayendo sobre sus delicados hombros ¿Acaso había algo en esa mujer que no fuera perfecto? hasta su forma de caminar era tan pulcra y con garbo, te daban ganas de bailar al ritmo que sonaban sus tacones.

La ceremonia se sintió eterna para mí, y estaba seguro que también para ella, aunque su motivo era diferente, y era el pequeño rubio consentido que lloraba por su atención detrás de nosotros. 

Archer era consentido, malhumorado y posesivo, demasiado parecido a mí, aunque no estaba dispuesto a admitirlo en público, a veces sentía que le molestaba que ella me prestara atención, hacía ese pequeño puchero con el que conquistaba a Faith y a todas las mujeres del mundo y yo simplemente no podría competir contra eso, y tampoco tenía intenciones de hacerlo, sería tonto, teniendo en cuenta que es parte de mí. 

—¿Y tu amigo el tatuado? —me preguntó Tadeus un poco tenso mirando hacía la pista de baile.

—Le dio apendicitis unos días antes de la boda, menuda suerte la de nuestros padrinos.

—Me hubiera encantado que me hubiera dado a mí.

—No digas eso, hombre, además si no querías venir ¿Para qué estás acá? 

—Si quería venir pero arruinaron mi noche, lo siento amigo pero... me molesta.

—Te dije que no te involucraras con Lilyth y mucho menos si no querías algo serio, te lo advertí, además te recuerdo tú te fuiste y la dejaste, no fue al revés. 

—Ella quiere hijos, yo no quiero ¿Por qué debería quedarme?

—¿Para que lo iniciaste si sabías que eso es lo que más anhela ella?

—Pensé que comprendería que-

Tadeus quedó completamente en silencio cuando el primo de Leila decidió pegarse más al cuerpo de mi hermana, una brisa bañó el costado de mi cuerpo, Tadeus había salido volando en dirección a ellos, inmediatamente intercambié miradas con Faith quien trataba de darle de comer a Archer, yo me apresuré a alcanzarlo pero llegué tarde, el cuerpo del primo de Leila se balanceó hacia atrás cayendo de espaldas sobre el pastel de bodas, mierda...

—¡Tadeus! —escuché el grito suave de Lilyth, desde la distancia podía sentir su furia, incluso le ganaba a la mía.

Pero mi amigo decidió ignorar su grito y mi presencia por completo para continuar con su pelea, Karxon y Parxon se acercaron inmediatamente notaron que la situación se me estaba saliendo de las manos y como pudimos tratábamos de calmar el asunto, pero antes de poner sostenerlos los dos cayeron sobre la mesa de regalos destrozándolo todo, incluyendo la mesa.

—¡Basta! —grité furioso.

La música se había detenido, los gritos de mi hermana y de Leila se habían detenido, Tadeus y el hombre me miraban con los ojos completamente abiertos, de repente unos pasos que se acercaban a toda prisa se escucharon, los encargados de seguridad llegaron y prácticamente los sacaron a ambos a rastras.