capitulo 70

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El vestido de novia estaba delicadamente colgado en su respectivo perchero, la habitación del hotel se encontraba dulcemente bañada por un olor a flores, olor que al parecer solo yo podía sentir ya que mi estomago estaba completamente revuelto, aunque también podía atribuirle esas nauseas a mis nervios, faltaban dos horas para caminar al altar, faltaban dos horas para entregarme al hombre que más había amado en el mundo, faltaban dos horas para que el apellido que hasta ese momento solo me había traído tristezas y dolor pasara a un segundo plano, esa idea me hacía sentir en paz.

Finalmente llevaría el apellido de la familia que me recibió aunque no era de su circulo social, llevaría el apellido de la persona que me impulsó a superarme y me hizo florecer, llevaría el apellido de las personas mas importantes en mi vida, no permitiría que los malos recuerdos opacaran este día. 

Observaba mi reflejo en el espejo mientras la peluquera jugaba con mi cabello con delicadeza, ondulándole las puntas y aplicando laca en las partes correctas para que la tiara se quedara en su lugar, era un día ventoso y lo que menos necesitaba era que mi velo saliera volando, mordí mi labio antes de que la maquilladora aplicara el labial e inhalé profundo cuando el corsé del vestido de novia se empezó a ceñir en mi cuerpo.

—¿Estás lista? —me preguntó alguien desde algún lado de la habitación, me costó reconocer la voz, estaba como en una especie de trance.

—Eso creo —respondí con nerviosismo. 

—Oye —la mano de Lilyth se posó delicadamente sobre mi hombro obligándome a poner los pies en la tierra —te ves hermosa, Chris estará muy emocionado y todo saldrá perfecto. 

—Eso me asusta, todo está saliendo demasiado perfecto —alegué acomodándome sobre la cama —no todo puede salir así de bien.

—Bueno, si te hace sentir mejor el banquete está retrasado y alguien, un pequeño rubio de ojos color cielo para ser específicos, decidió dejar su mano marcada sobre el pastel, así que algunas cosas han salido mal.

—¿Quién dejó que se acercara al pastel? —pregunté yo un poco sorprendida.

—Fue culpa de mamá, así que cúlpala a ella, a lo que me refiero, querida cuñada, es que tu sequito de damas de honor no permitirán que algo salga mal, y que si algo sale mal no te enterarás, así que tú relájate, dale el "si" a mi hermano y disfruta tu boda, porque solo será una.

—Esta bien, trataré de estar calmada y disfrutarlo, pero por favor no descuiden a Archer.

—Créeme que ya lo entendimos —colocó los ojos en blanco —ahora, de pie. 

Ella se colocó de pie de un brinco y me estiró las manos, yo las sostuve con fuerza y tiró de mi cuerpo para ayudarme a colocarme de pie.

—A Chris le va a dar algo cuando te vea con ese vestido —aseguró con una sonrisa picara. 

—Yo creo que más bien le va a dar un infarto, así que llama a una ambulancia, por si acaso. 

Ella soltó una carcajada antes de tirar de mí y obligarme a caminar, sacudiendo mi mano me despedí de las mujeres encargadas de arreglarme y abandonamos la habitación para dirigirnos al ascensor. 

El flash del fotógrafo destallaba una y otra vez sin detenerse, Lilyth no paraba de sugerirme poses y yo luchaba con todas mis fuerzas por no dejar de sonreír, había escogido un hotel antiguo, era perfecto y encajaba a la perfección con mis gustos, tenía un aspecto clásico y de un tanto rustico, con flores colgando por todas partes, una hermosa fuente de ladrillos en toda la mitad del jardín y unas cuantas mariposas se colaban frente al lente de la cámara, era un jardín de en sueño.

sumidos por el placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora