sumidos por el placer

Extra - La boda (parte 2)

Recordaba esa reunión de trabajo en la universidad, o más bien la celebración de trabajo, era la presentación del nuevo rector, recordaba el auditorio lleno de personas, casi al punto de que te asfixiaba e incluso recordaba parte del discurso, que al final de la noche a nadie le importó, así que por supuesto que me acordaba de él, estaba dos puestos delante de nosotros, Faith le hablaba a todos menos a él, es más, nadie le hablaba a él, todos conversaban con todos mientras él estaba en un lado solo escuchando con un vaso de Whisky en su mano mirando hacia todas partes, era como un fantasma que todos ignoraban.

Pero por alguna razón que aun no me explicaba él estaba en mi boda, frente a mi esposa insistiéndole una y otra vez que bailaran, y ella, en un desesperado afán por quitárselo de encima lo rechazaba y le pedía que se fuera una y otra vez al mismo tiempo que Terry jalaba de su brazo.

—¿Todo está bien, mi amor? —le pregunté a Faith acercándome a ella y rodeando su cintura con mi brazo libre tratando de fingir que estaba calmado.

—Si —se apresuró en responder ella completamente nerviosa, incluso su voz temblaba —todo está bien, Jimmy ya se va ¿Cierto? Terry, por favor acompáñalo a la salida.

—No —dijo él rápidamente.

Mi ceja se levantó por instinto y di un paso hacia adelante soltando a Faith casi del todo y obligando a Terry a retroceder.

—Creo que mi esposa ya te dejó claro que no solo no quiere bailar contigo, sino que también quiere que te vayas.

—¿Y qué harán tú y tu grandote para obligarme a irme? —preguntó el de manera desafiante levantando su mentón.

—¿Es un reto? —di otro paso hacia adelante.

Y para sorpresa mía y de Faith el hombre comenzó a reír.

—Definitivamente las mejores mujeres están con los peores hombres.

—Faith ¿Puedes sostener a Archer un momento? —se lo entregué antes de que ella se negara.

—Chris no...

—¿Sabes cuál es el problema de los hombres como tú? ¿McGregor? —preguntó en tono burlón negando con la cabeza.

No entendía quien le había dado el derecho a este hombre de hablarme así, pero pronto lo bajaría de su nube de superioridad.

—Los hombres como yo tenemos muchos problemas, que son problemas que no te importan, es otra situación, sácalo de acá Terry —prácticamente escupí lo ultimo.

—Los hombres como tú están acostumbrados a tener a las mujeres que desean, solo tienen que chasquear los dedos y sonreír y son suyas, pero cuando las tienen, no las cuidan.

Espera ¿Qué?

—¿Disculpa?

—Faith no lo dice, pero lo veo en su cara, está cansada, está criando a su hijo sola mientras tú viajas a todas partes y haces tu vida como si nada.

—¿De cuál de tus fantasías eróticas con mi esposa sacaste eso?

—La escucho cuando ustedes dos hablan, en sus video llamadas, como ella te dice "Archer me agota, necesito un masaje" y tú solo le dices "aguanta un poco, cuando vengas te daré un masaje" como si ella necesitara un masaje.

—Estás loco —dije yo con sorpresa.

—¿Ah si? ¿Por qué? ¿Es mentira lo que estoy diciendo? —empezaba a levantar la voz.

—Si, es mentira, porque esa conversación tiene un contexto que no te voy a explicar debido a la cantidad de gente nos rodea, así que largo de acá.

—Tienes a Faith como una simple esposa de trofeo, la adornas como si fuera tu muñeca porque quieres llevar un vacío, pero solo la usas para exhibirla como una muñeca rota sin voluntad, manipulándola para que acceda a todos tus caprichos y ella-