Capitulo 74 (FINAL)

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Habían muchas burbujas de jabón por todos lados, chocaban contra mi piel provocando un suave cosquilleo, Chris y Archer jugaban sobre la sábana que estaba acomodada sobre el césped, mi pequeño había aprendido a caminar ya hacia tiempo, Chris usaba la pistola de burbujas y Archer solo reía cuando las pompas de jabón chocaban con su cara, abanicaba sus manos para explotarlas y se sacudía cuando se agotaban para que Chris siguiera haciendo más.

Era una tarde fresca, más de lo normal, lo cual me encantaba, me encontraba sentada frente a mi familia tratando de terminar un pequeño proyecto personal, con disimulo saqué la foto de Chris y de Archer de una de las paginas de mi cuaderno de dibujo y continué con mi pequeño obsequio de aniversario.

No me consideraba buena para hacer retratos pero era un pedido especial de mi esposo y por supuesto que deseaba complacerlo, ya llevábamos tres meses viviendo en otro país y se sentía como si hubiera pasado una semana, era curioso, cuando estábamos en Nueva York el tiempo pasaba más lento de lo normal, probablemente por la ansiedad de que algo sucediera, o por todo el estrés que las personas a nuestro al rededor nos provocaba, pero en ese momento solo estaba viendo a mi bebé crecer y crecer.

—¿En que tanto piensa, señora McGregor? —me preguntó Chris desde la distancia.

Yo pestañeé varias veces antes de levantar la cabeza y observarlo, tenía esa típica sonrisa picara en el rostro, casi como si me estuviera desvistiendo con la mirada.

—En que debimos hacer esto desde mucho antes.

Su mirada cambió y solo sonrió ampliamente antes de asentir la cabeza y mirar a Archer.

Mi pequeño era como una copia exacta de Chris, a medida que crecía más se le parecía, el color de cabello, la forma de los ojos, incluso la mirada, lo único que mi niño había heredado de mí eran los ojos, eran exactamente el mismo tono de azul.

Solté un suspiro, cerré mi cuaderno de dibujo y caminé hacía ellos para integrarme al juego.

La nueva casa era casi una mansión, mi esposo literalmente había destinado todo el dinero de la herencia del abuelo McGregor en esta enorme casa, en el jardín se podría fácilmente construir otra casa y las paredes eran blancas una que otra decoración gris lo cual daba una sensación de que era más amplia, cinco habitaciones, cada habitación con su respectivo baño y nuestro infaltable cuarto de juegos.

Lo único que habíamos traído del antiguo apartamento fue el enorme cuadro de mi rostro que decoraba la antigua sala y que ahora se encontraba sobre la chimenea del salón principal, cuando le sugerí a Chris la idea de dejarlo se ofendió, dijo, literalmente "fue la pieza artística más complicada de conseguir en mi colección, ni loco la dejaré" y le di la razón.

—¿Lista para tu primer día de clases? —me preguntó mi esposo antes de sentarse a mi lado en el sofá.

—No...

—Faith, no me digas eso.

—Es que tengo miedo, no me puedes culpar por tener miedo.

—Tienes razón, no puedo culparte por sentir miedo, pero necesitas confiar en ti, ¿El idioma? para eso hay aplicaciones, ¿La comunicación? es cuestión de adaptarse, y tú eres perfecta para adaptarte a cualquier entorno, mi amor.

—Chris, ¿Estás seguro de que podrás quedarte solo con Archer?

—¿Eso es lo que te tiene tan pensativa? Porque si es así no tienes porque preocuparte, Faith, Archer también es mi hijo, lo amo tanto como tu lo amas, pero debes relajarte, ya nos llevamos mejor.

—Pero...

—Yo entiendo que... que por tu pasado quieres protegerlo de todo y de todos, eres una gran madre, pero debes enfocarte en ti, Archer va a estar bien, yo no permitiré que le pase nada, ni a él ni a ti.

sumidos por el placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora