sumidos por el placer

capitulo 7

—¿Qué haces aquí? —me preguntó preocupada.

—Yo... —agache la cabeza—. Marisol está muerta, Mich la asesinó...

Abigail tragó saliva.

—Cielos, lo siento tanto por ella ¿Y él dónde está?

—Preso por suerte...

—Si, que bien.

Un incómodo silencio bañó el pequeño espacio, creo que incluso la mujer que estaba al lado mío lo podía sentir ya que salió corriendo del lugar.

—Oye Faith ¿Estás bien? Te ves pálida.

—Sí, estoy bien, aún estoy recuperándome de lo de Marisol.

—Vi a Chris en una mesa, debí suponer que estabas aquí también.

—Si, ya mañana nos iremos ¿Qué sucedió al fin con lo de las obras?

Abigail torció la boca.

—No quiero hablar de eso...

—Abigail pero—

—¡No Faith! Mi padre está aquí con mi madre, no necesito esto ahora.

—¿No que estaba muerto? Porque eso le dijiste a Dick.

Ella vaciló un poco para hablar.

—Eso pensábamos, perdimos todo contacto con él hasta que un día apareció en la casa como si nada.

—¿Qué? O sea que tu padre no sabe que te estoy demandando...

—No, no lo sabe y por favor no lo menciones.

Yo levanté una ceja.

—¿Por qué habría de hacer algo que tú dices? —Crucé los brazos—. Escucha Abigail, créeme tampoco estoy de humor para esto así que por favor solo dame permiso.

Abigail se movió de mala manera y yo pasé por su lado lo más rápido que pude, efectivamente sus padres estaban ahí, pero el ambiente entre ellos era tenso, se podía sentir desde nuestra mesa.

—¿Podemos irnos? —le pedí a Chris.

—Te iba a preguntar lo mismo.

A media noche Chris y yo nos encontrábamos pacíficamente acostados sobre la cama, descansando y preparándonos para volver a casa, estábamos de frente el uno con el otro mirándonos a través de la suave luz de la lámpara.

—No sé si sea correcto decirlo ahora, no sé si fue el funeral el que colocó nostálgico, pero los amo mi Faith, a ti y a nuestro bebé y quiero que siempre tengas eso presente.

—Oh Chris...

—Nunca pensé en siquiera formar una familia con una mujer, quería ser "soltero por siempre" pero ahora que estoy acostado a tu lado siento que no quisiera estar en otro lugar —se acomodó mejor para abrazarme con fuerza—. No quisiera estar con otra persona, eres el jodido amor de mi vida.

Yo sonreí como tonta y levanté la mirada.

—¿Te das cuenta del desastre que hiciste? —acomodó mi cabello detrás de mi oreja—. Me enamoraste, Faith.

—Sí, me doy cuenta y me siento orgullosa de mi misma.

—Siéntete todo lo orgullosa que quieras.

Esa noche podría jurar que fue una de las más tranquilas que tuve en toda mi vida, las palabras de Chris fueron reconfortantes, cada vez que él decía ese tipo de cosas ayudaba a que mi confusión y pánico por el embarazo se disipara y fuera más fácil para mí aceptar que lo que estaba sucediendo dentro de mí era real.