sumidos por el placer

EXTRA #2: CRISTIANA

Nunca me consideré más bonita que Faith, siempre había pensado que ella y yo estábamos en el mismo rango de belleza a comparación de muchas en el pueblo aunque muchos se tomaran el atrevimiento de compararnos.

Faith tenía mejor cuerpo que el mío, era más alta y su rostro era mucho mas atractivo que el mío hasta que cumplí quince años y de repente todos empezaron a notarme, además ayudaba el hecho de que ya Faith no estaba y las comparaciones entre nosotras poco a poco dejaron de existir, eso me tranquilizaba ya que odiaba con todas mis fuerzas que crearan una competencia y una enemistad innecesaria entre nosotras, Faith y yo somos demasiado unidas como para permitir que las personas influyeran entre nosotras.

Dan McGregor había llamado mi atención desde que entró a nuestra casa, pero fui grosera con él debido a la cantidad de cosas que me habían dicho, que estaba loco, que era un grosero niño mimado de papi y mami, que era un malcriado y un déspota, o sea todo lo que yo odio de un hombre, pero escuchar la manera en que hablaba y no notar nada de desdén en su voz decidí curiosear un poco más.

Supuse que tendríamos la oportunidad de conocernos en la fiesta del bebé pero Dan adelantó las cosas cuando recibí un mensaje suyo un día, no supe como consiguió mi número pero algo en mi interior me decía que Terry tuvo algo que ver con eso, aunque tampoco le discutiría, más bien debía agradecérselo ya que entre Dan y yo se estaba creando una interesante amistad... hasta que llegó la fiesta del bebé.

Los gemelos Karxon y Parxon eran los hombres más impactantes que había conocido, solo fue que me miraran cinco segundos para que me colocara roja como un tomate, el grupo de amigos de mi cuñado o "los tontos" como los llamaba Leila, parecían un grupo de guerreros romanos, fuertes, altos, musculosos, atractivos y sobretodo sobreprotectores, Chris no encerraba a Faith en una caja de cristal porque mi hermana rompería el vidrio buscando libertad, Louis era la caballerosidad hecha persona, trataba a Leila con tanta delicadeza y paciencia que hasta a mí me sorprendía y Tadeus... aunque Lilyth lo negara entre ellos dos había algo, esas miradas que se lanzaban no era cosa de "viejos amigos".

En el instante en que Dan llegó con sus padres ni siquiera se acercó a Faith o a Chris, simplemente se detuvo frente a mí.

—Te ves horrible —fue lo primero que me dijo.

¡Idiota!

—Estoy despierta desde las siete de la mañana llevando y trayendo cosas ¿Cómo diablos se supone que debo verme?

Dan solo se limitó a subir una ceja.

—¡Oh cierto! Que tú nunca has tenido que levantar un dedo, solo contratan a alguien y ya.

—¿Qué? ¿Sientes envidia?

Yo encogí los hombros.

—No, prefiero ser... ¿Cómo se le dice? útil.

—No te atrevas a sugerir que soy inútil —me advirtió dando un paso hacia adelante.

—Entonces deja esa actitud, imbécil.

Me giré sobre mis talones e ingresé a la casa con un poco de fastidio, era un completo idiota ¿Entonces por qué diablos se mostraba amable por mensajes? simplemente rodé los ojos y dejé de prestarle atención para concentrarme en arreglarme un poco.

Después del escandalo con los Charles y de ver a Dan defendiendo a su familia solo me confundí más, en algunos momentos era amable y en otros era un imbécil, cuando bajé ya todos estaban acomodándose en sus puestos, inmediatamente me senté en una silla Karxon se me acercó con una amable sonrisa.

—¡Hola! ¿Cristiana?

—Esa soy yo...

—Un gusto conocerte —se sentó a mi lado pero manteniendo su distancia—. Es un placer para mí conocer a la hermana de Faith, definitivamente eres tan hermosa como ella.