𝔅𝔲𝔱𝔱𝔢𝔯𝔣𝔩𝔦𝔢𝔰

VII: Madeleine

- ¿Entonces... Amy, puedo llamarte así? - cuestionó sin apartar la vista del camino, ella por su parte aún mantenía la mirada abajo oculta en su libreta y las miles de notas que se le iban ocurriendo mientras avanzaban.

- Huhum - murmuró sin voltearlo a ver, hasta que finalmente lo hizo, revelando un pequeño mapa del salón.

- Te comento nuestro sistema - le contestó ignorandola por completo - habrá dos de nuestros guardias en la entrada, encargándose de que todo este en orden, otros dos guardias se encargarán de estar en la fiesta observando que nada fuera de lo común ocurra y finalmente, yo estaré a lado de Madeleine durante toda la gala, la acompañaré de su casa a la fiesta y, cuando termine, de la fiesta a su casa.

Finalizó guiñandole un ojo haciendola estar más tranquila, al menos había algo que no necesitaba de ella y su organización.

- Llegamos - finalizó frenando, velozmente bajó de la camioneta y antes de que ella se pudiera mover, ya estaba del otro lado abriendo la puerta y ofreciendo su mano para que pudiera bajar.

Ambos comenzaron a subir las pequeñas escaleras hasta por fin encontrarse con el timbre, y una Madeleine envuelta en batas y con el cabello amarrado en un chongo alto.

- Sonic, querido - saludo con alegría tomando su mano y uniendola con la suya - Amy, que sorpresa, ¿ustedes se conocen? - preguntó al ver a ambos erizos ahí juntos.

- Oh no - negaron ambos - ella y yo nos encontramos en el salón del evento - finalizó el erizo sonriendole, aunque esta vez, lo hacía con un ligero tono rosa en sus mejillas, algo que, siendo sincera, le pareció tierno.

- Bien, volveremos cuando el evento comience - se despidió Martin estrechando la mano de Mighty, quien alegremente comenzó a caminar rumbo al grupo, aunque sólo pudo conocer a tres de los cinco elegidos, fue bastante divertido observar su preparación.

- Yo no vi a <<Shadow>> - suspiró Knuckles cansado mientras todos comenzaban a reír - Espero que no esté aquí.

- Hora de irnos - llamó Tails a los chicos quienes, no tenían idea alguna de lo ocurrido.

Scourge y Shadow salieron de donde quiera que estuvieron y se encaminaron hasta el resto del grupo, hasta llegar a su lado y percatarse de que una de las camionetas no estaba.

- ¿A dónde fue el bastado azul? - preguntó el erizo buscándolo con la mirada.

- Se fue a casa de Madeleine con la asistente - indicó Martin - ninguno de ustedes tuvo el placer de conocerla - suspiro con los ojos perdidos.

- ¿Conocer a una anciana loca, por qué sería un placer? - bufó el de verde seguido por una sonrisa ladina de Shadow al observar al enorme gris perdido por quien fuera que había visto.

- Oh viejo, la chica está loca, pero no es vieja, al contrario, es un bombón - respondió con la mirada más perdida.

- ¿Y cómo era? - preguntó el azabache está vez, siguiendo con la broma.

- Lo verás esta noche amigo, a puesto a que bajara de la mano con ese de ahí - añadió señalando al armadillo que caminaba lejos con un pequeño grupo - si Sonic no la enamora antes - finalizó con una risa a lo cual le siguieron los demás.

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