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XIX: La Princesa Del Reino Acorn

- Vengan por aquí.

Esa chica había causado confusión en ambos, los guió hasta lo que parecía ser su recamara, luego salieron al balcón para después saltar hacia unos árboles y llegar a una extraña cabaña abandonada, donde ella, después de invitarlos a pasar, los condujo hasta la sala y finalmente pudieron sentarse a platicar.

- Disculpen el recorrido - decía apenada mientras limpiaba algo de polvo se su rostro - este tema es prohibido, así que les pido que sean discretos.

Ambos asintieron y luego detuvieron sus miradas en el extraño libro que la ardilla mostraba, lentamente observaron miles de generaciones de linaje hasta situarse en una que decía "futuros reyes".

- No puede ser - murmuró Scourge acercándose a la foto, era algo vieja y estaba cubierta de tierra y lodo, pero se lograban apreciar perfectamente los dos rostros.

- Princesa Sally Acorn y Príncipe Sonic Maurice, herederos del reino Acorn, futuros gobernantes, descendientes de la familia real - comenzó a leer Shadow mientras tomaba una foto de la evidencia.

- No lo entiendo, ¿Sonic es el heredero de todo esto? - preguntó el verdoso a la castaña mientras está reía de forma irónica.

- Lo fue algún tiempo, antes de renunciar al trono, huir de aquí y ser declarado traidor.

...

- Yo... - tartamudeo un poco, sus ojos se abrieron de par en par mientras repasaba todo... ¿Ella lo amaba o ya lo había olvidado?, eso aún no lo sabía.

- Entendería si aún lo hicieras - interrumpió antes de que ella pudiera decir más, lentamente giró su rostro hasta encontrarse con el suyo, lo vio, llevaba una linda sonrisa, además de que su aura transmitía confianza, entonces ella se perdió en ese momento, no quería responder, y al parecer, no era necesario que lo hiciera - pero... Aún así, quiero ser claro contigo - continuó - Amelia Rose, creo que me estas comenzando a gustar, y haré todo lo que pueda para que tú comiences a ver que Shadow no es el único chico en tu mundo.

Después fue complicado, ni siquiera observó sus acciones, no pudo adelantarse y evitar lo que estaba pasando, sintió el calor de otra presencia sobre sus labios, se percató del olor ageno que la rodeaba y lo último que sintió fue el escalofrío en su columna, el cual se extendió hasta llegar a su nuca, la cual era sostenida con fuerza por una mano firme que la tenía aprisionada en ese bello beso robado.

Las mariposas volvieron, él era el segundo chico al que besaba, pero eso no le molestaba, entonces, se dejó llevar.

- Nada de esto debe saberse, hagan lo que hagan, no digan nada hasta estar fuera de este lugar - pidió la princesa con temple serio mientras ellos asentian.

Su platica había terminado, era casi de noche, era hora de partir, tomaron sus pertenencias y se encaminaron hasta el vehículo, pero antes de poder apartarse, Shadow se detuvo y miró fijamente atrás, la chica seguía ahí esperando a que ambos se fueran, cambió su mirada a una sorprendida, luego este le sonrió de lado y se acercó.

- Sally, haremos pagar a ese tipo por todo lo que hizo - comentó mirando fijamente a sus ojos.

- Espero lo hagan - respondió ella regalandole una linda sonrisa cómplice.

- Pero no podemos hacerlo solos, Sally Acorn, ven con nosotros.

Pidió, su rostro se iluminó y el viento la hizo tambalearse, ver a Sonic de nuevo era algo que le causaba un revoltijo en su estómago, ni siquiera ella misma estaba segura de por qué lo hacía, pero en ese momento, su sonrisa se hizo más amplia y su rostro brillaba con una gran intensidad.

- Acepto.

...

Tomó todo lo que pudo, ropa, artículos de belleza, dinero, cualquier cosa que pudiera servir, luego de eso tocaba inventar una excusa, aunque sería sencillo, sus padres no estaban ahí, solo debía dejar una nota al guardia real y escapar del lugar, sencillo.

Sacudió su cabello y luego siguió caminando, después de escribir unas sencillas palabras subió a la camioneta y se escabulleron del lugar.

"Sonic esta en la ciudad intentando conquistar a mi chica, ese imbécil azul tiene todo a su favor, pero nos encargaremos de que la verdad se sepa, y tarde o temprano, tendrá que caer"

...

- Deberías despegarte de ahí - decía con tono alto mientras se encargaba de revisar que todas las cortinas estuvieran cerradas, no pensaba soportar otro robo en su casa por culpa de los costosos y brillantes caprichos de su amiga.

- Es que no puedo dejar de verlos, son maravillosos - susurraba la albina respondiendo mientras pasaba su dedo medio por su enorme zafiro, disfrutando de esa sensación.

Bep, Bep.

Ambas escucharon, Rouge tomó su teléfono y luego de prenderlo supo que no era ella a quien llamaban - parece que es el tuyo, querida - le dijo mientras guardaba su cajón de joyas y diamantes.

María sacó rápidamente su teléfono de su bolso y observó detenidamente el mensaje que le habían enviado.

- Es de Scourge.

- ¿Qué quiere? - preguntó ella.

- Dice, "María, llevamos a una invitada especial a conocer la ciudad, queremos darle una fiesta de bienvenida, ¿puedo contar con ustedes para hacerlo?"

- ¿Fiesta?

- ¿Qué tramas ahora, Shadow?

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