No te acerques a Uriel [COMPLETA] [Editando]

Especial San Valentín [+18]

No sé por qué estoy escribiendo esto. Mantenme.

¡holaaaa! Aquí Elianny.

¡Feliz día del amor y la amistad! Espero que pasen el día con sus amorcitos y con familiares y amigos, :).

Yo lo pasaré sola, porque #Covid. Pero ajá.

Antes de empezar a leer quería decirles que no lean esto con sus familiares cerca, ya les advertí.

Ah, también para decirles que es mi primera vez escribiendo +18, tenganme paciencia.

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Sábado 13 de febrero del 2021. Un día antes de la muerte de Uriel y Phoebe.

[...]

—Gané.

—¡Eres una tramposa!

Phoebe soltó una carcajada ante el berrinche que había hecho Uriel, era algo fácil hacerlo enojar.

—Si no puedes aceptar que has perdido mejor ni juegues —la chica empezó a recoger las cartas que habían esparcido momentos antes sobre el sofá de la sala.

—No me gusta perder, pero lo aceptaré ya que estoy jugando contigo. Y me gusta.

Uriel miró detenidamente los movimientos que estaba haciendo su chica, no podía creer que después de cinco años la había encontrado y tampoco podía creer el poder que todavía seguía teniendo sobre ella.

Phoebe sentía la mirada de Uriel, pero hacia lo posible por aparentar que no. No podia ponerse nerviosa, su plan casi acababa y echarlo a perder ahora sería un martirio.

Sólo faltaban dos cosas para llegar a la parte final del plan.

—Uriel —lo llamó, el respondió con un gesto— Mañana es San Valentín, también es mi cumpleaños. ¿Que tal si vamos a algún sitio?  —miró las paredes que la rodeaban— Necesito salir de aquí por un instante.

El chico lo pensó, bastante. Quería dejarla salir y que ella misma volviera sola, ¿pero y si no regresaba? El la amaba y perderla de nuevo le daba escalofríos.

—Está bien, pero iremos al lugar que yo escoja.

Phoebe le regaló una sonrisa, estaba satisfecha por lo que había logrado. Siguió recogiendo las cartas y cuando se levantó para llevarlas a su lugar, Uriel la detuvo.

—¿Me vas a dejar solo? —preguntó con voz ronca.

—Siempre lo has estado.

Uriel apretó el agarre en su muñeca.

—Pero esta noche no quiero estarlo.

Y sin perder mucho tiempo, tiró de su chica hacia el delicadamente, quedando así en una posición comprometedora. Phoebe estaba a horcajadas encima de Uriel y este estaba recostado en el sofá agarrando fuertemente la cintura de ella.

—No vas a escapar; ni hoy, ni mañana, nunca —sentenció.

—¿Eso crees? —acarició el pecho cubierto de Uriel y sonrió coquetamente al notar que estaba tenso.