Capítulo 11

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—Es la primera vez que me pasa algo como esto —susurró Uriel casi al borde del colapso

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—Es la primera vez que me pasa algo como esto —susurró Uriel casi al borde del colapso.

Estrujó sus manos aún más por debajo del grifo y el agua que caía. Su cara estaba sumida en una profunda expresión de concentración, tenía que quitar lo que estaba en sus manos.

—Esto no puede estar pasando —siguió hablando el chico.

Uriel estaba en el baño de su habitación lavandose las manos, estaba intentando quitar el rastro de sangre que se había quedado en estas después de haber matado a la mujer de hace un rato, pero había un error. La sangre no se quitaba, es más se habían formado manchas en las palmas de sus manos.

—¡Maldita sea! —exclamó este frustrado.

Su teléfono vibró en la cama y este salió del baño para investigar de qué se trataba.

Se secó las manos con el pantalón que llevaba puesto y tomó el aparato en sus manos.

Era un mensaje, pero no cualquier mensaje.

Era uno de Astrid.

Astrid♥️: No entiendo nada de lo que dice en el cuaderno que me dejaste la última vez. Estoy en la sala de estudios y necesito que me ayudes :(

El chico no pudo evitar soltar una sonrisa sin apartar los labios.

No había visto a la chica desde hace dos días, la extrañaba y quería verla a toda costa.

Uriel😈: Está bien, voy para allá.

El chico dejó el celular en la cama y empezó a ponerse una ropa apta para el frío, arregló su cabello un poco y buscó una bufanda, metió sus manos en el abrigo que se iba a llevar y salió de la habitación.

Pero, unos segundos después volvió a entrar.

—Mierda, el celular —recordó este.

Metió el aparato en el bolsillo del abrigo y salió nuevamente de la habitación. Caminó hacia la puerta de la casa y emprendió viaje hasta la sala de estudios.

Por suerte, aquél lugar no estaba tan lejos de su casa y podía irse caminando.

Mientras caminaba miraba el paisaje que tenía al frente, ya era 20 de diciembre y sólo faltaban 5 días para Navidad y otros 10 para año nuevo, por ende el invierno estaba en su mejor faceta.

Los árboles desnudos, las calles pintadas de blanco, el frío intenso. Todo se debía a la estación de invierno.

Después de un tiempo caminando por fin llegó al tan esperado salón de estudios, un lugar parecido a una biblioteca pero más pequeño y con varias computadoras a su disposición, era de color caoba por fuera y por dentro. Un guardia se encontraba custodiando la entrada y la salida de los estudiantes.

No te acerques a Uriel [COMPLETA] [Editando]Where stories live. Discover now