Capítulo 20

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La brisa fresca de la primavera hacía que las personas sintieran el deseo de ir a la playa y relajarse, tomar el sol y olvidarse de todas las cosas que estaban pasando

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La brisa fresca de la primavera hacía que las personas sintieran el deseo de ir a la playa y relajarse, tomar el sol y olvidarse de todas las cosas que estaban pasando.

En la ciudad de Century se encontraba un pequeño Gimnasio que estaba casi abandonado, nadie quería entrenar ahí ya que era muy pequeño y estaba en una zona muy alejada de la ciudad.

Si no fuera por los pequeños adolescentes que paseaban y entregaban por ahí, el sitio ya estaría cerrado.

—Tienes que tener más fuerza —sugirió la pelinegra.

Phoebe y Uriel se encontraban en el gimnasio, ambos se habían vuelto muy buenos amigos y pasaban mucho tiempo juntos, ahora mismo la chica se encontraba ayudando a Uriel, el quería dejar de tener esa contextura y ser alguien más delgado y musculoso.

—¡No puedo! —exclamó el mientras intentaba levantar una pesa.

Phoebe soltó una carcajada llena de burla, ver a Uriel intentando hacer algo y no poder hacerlo le daba vida.

La chica estaba empezando a sentir cosas por Uriel, pero el hecho de que el no lograba hacer lo que ella quería la estresaba.

Phoebe es una chica de unos 13 años que se caracteriza por ser muy manipuladora, le gusta que todo el mundo siga sus órdenes pero a pesar de eso, entre todo el mierdero que tiene su corazón hay una pequeña parte que es buena, por eso ayudó a Uriel esa vez.

Y también porque quería jugar un rato con el chico inocente.

—Phoebe —llamó el pelinegro, estaba sonrojado debido a la fuerza que estaba ejerciendo— Ya no puedo más.

Uriel se sentó al lado de la chica, estaba agotado, ambos miraban hacia delante.

Uriel también estaba sintiendo cosas por la chica que tenía al lado, era más pequeña que el por tres años pero aún así no podía evitar el hecho de que cada vez que estaban juntos su corazón se aceleraba.

Uriel quería a Phoebe, pero verla hablar con otros chicos le daba rabia, Uriel sólo la quería para ella, que nadie más hablara con ella y que ella sólo sintiera cosas por el y lo viera a él.

Uriel estaba obsesionado.

El silencio que predominaba entre ellos era tranquilo, nadie hablaba porque no tenían nada que decir, pero a Uriel le molestaba esa idea, el quería hablar todo el tiempo con ella y nunca cansarse.

—Phoebe —llamó el.

—¿Qué pasa?

—Si tuvieras la oportunidad de cambiar de nombre, ¿cuál te pondrías?

La pelinegra sonrió de medio lado al escuchar la pregunta, era algo extraña pero aún así tenía un toque misterioso.

—¿A qué se debe la pregunta?

—Sólo responde, nena.

—Me gusta mucho el nombre de Astrid, o también el nombre de Sierra —confesó ella— ¿Qué nombre te pondrías tú?

Uriel negó.

—Me gusta mucho mi nombre, Uriel significa luz y resplandor. No va conmigo pero aún así me gusta —se giró hacia ella— No lo cambiaría.

—Buena respuesta —Phoebe intentó pararse del piso pero Uriel la detuvo.

—Sabes que me gustas, ¿cierto?

Phoebe asintió.

—Mataría por ti si es necesario —confesó el chico con un tono diferente al que tenía hace unos segundos— Me desagrada la idea de que alguien más te toque o que te mire, eres mía. ¿Entiendes?

Phoebe estaba asombrada, nunca pensó que esas palabras podían salir de la boca de aquél chico, a simple vista se veía como un chico regordete al que le hacían bullying y que no podía defenderse. Pero ahora vemos que no necesariamente tenía que ser así.

—Si hace unos meses no pudiste defenderte a tí mismo, ¿cómo crees que me vas a defender a mí?

Y dicho esto, la chica salió caminando de aquél gimnasio.

Phoebe no estaba asustada sobre las palabra de Uriel, es más se sentía feliz y emocionada por eso.

Por fin tenía una ventaja para así jugar un rato con Uriel, manipularlo y desecharlo cuando se aburra.

No te acerques a Uriel [COMPLETA] [Editando]Where stories live. Discover now