Capítulo 22

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Astrid suspiró cuando entró a su departamento, miró por una de las ventanas y se dió cuenta de que Uriel todavía seguía fuera

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Astrid suspiró cuando entró a su departamento, miró por una de las ventanas y se dió cuenta de que Uriel todavía seguía fuera.

—¿Es tu novio? —Dankev pregunta en su espalda.

La pelirroja se gira.

—No —parece dudosa.

—Pero te gusta —Dankev confirma su teoría cuando ve que las mejillas de la chica se tornan rosadas.

El chico se acerca a ella y la toma de la mano para que ambos tomen asiento en el sofá, Dankev ya está vestido adecuadamente.

—¿Qué pasa? —pregunta.

Astrid suspira, han pasado tantas cosas en estos últimos tres meses que ella no sabe por donde empezar. Es más, no estaba segura de decírselo a Dankev. La última vez que soltó todo lo que pensaba, Sierra terminó asesinada.

—Estoy asustada —confiesa ella— Alguien me persigue y me está obligando a que recuerde algo que no tengo ni idea de qué es, Uriel apareció en mi vida y las cosas se tornaron raras, asesinaron a Sierra y todo... —carraspea— Todo porque no le hice caso a mi amiga.

—¿A qué te refieres?

Astrid levanta la vista y mira a su amigo.

—Sierra me dijo que no me acercara a Uriel y ¿adivina qué? Eso fué lo primero que hice y mira como está todo —suspiró.

Astrid tenía razón, ella presiente que todo lo que está pasando es por culpa de Uriel, o por el acosador más bien.

Primero, todo empezó cuando vió a ese chico muerto en el callejón, el acosador habló con ella y le dijo que sólo mataba por justicia. Dijo algo sobre "tratar a los demás como te tratan a tí" y desde ahí las desgracias aparecieron.

Apareció Uriel, ella no está diciendo que Uriel fué una cosa mala en su vida, lo contrario. Uriel le enseñó muchas cosas a ella, como el hecho de que aprender a analizar a las personas es una habilidad imprescindible para la vida cotidiana y que no importa cuanto tiempo llevas conociendo a alguien, el cariño es mucho más que el tiempo.

Conoció a Uriel hace tres meses y ya sentía que lo quería para toda la vida, pero ella no podía permitirse hacer eso. No cuando él es el principal sospechoso del asesinato de su amiga.

También hablemos de Dankev, el siempre estuvo ahí para ambas chicas, todo empezó como una simple amistad pero con el paso del tiempo se volvieron muy unidos, Astrid no negaba que sentía cosas por el. Pero cierto chico de ojos grises y pelo negro la hacía dudar de a quién quería.

Es obvio que ella los quiere a los dos.

Uno es capaz de arrastrarla al infierno y otro es el responsable de sacarla de ahí.

—¿Quieres ir al cementerio? —preguntó su amigo— Veremos a Sierra y a tu padre.

La pelirroja se tensó al escuchar la palabra Padre.

No te acerques a Uriel [COMPLETA] [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora