No te acerques a Uriel [COMPLETA] [Editando]

Capítulo 27 [Parte Uno]

Doble identidad.

Eso era lo que Phoebe tenía.

Hace cinco años, era una chica de pelo negro y ojos azules. Su cara no tenía pecas y era muy pálida.

Pero ahora, ella era una chica de ojos negros y pelo rojo, muchas pecas y aún sigue siendo pálida.

¿Por qué decidiste cambiar, Phoebe?

¿Acaso querías escapar?

—¿Me vas a explicar? —el joven pidió por segunda vez— ¿Cómo es eso de que sabías? ¿Estuve todo este tiempo haciendo el ridículo?

Phoebe apartó la vista, no podía mirar a Uriel a los ojos ya que la transportaba a eso que hizo cuando era pequeña.

—No lo entiendes —habló con la voz quebrada— Tu no lo entiendes, Uriel.

El pelinegro se separó de ella y se levantó, miró fijamente hacia un punto fijo y estrujó su cara con ambas manos, desesperado.

—¿Qué es lo que no entiendo? —levantó la vista, sus ojos grises chocaron con los negros de Phoebe.

Phoebe, Astrid o como quieran llamarla mordió su labio inferior intentando no llorar ya que no quería hacerlo frente a él.

—No estuviste haciendo el ridículo, es sólo que no sabías. Todos tenemos algo que ocultar en esta vida.

—¿Por qué tardaste tanto en decirme? ¿Querías verme sufrir? No haz cambiado.

Phoebe negó.

—Tenía miedo.

Esta vez Uriel se acercó nuevamente hacia ella, por fin la había encontrado y no quería perderla de nuevo.

—¿Miedo de qué? Te dije que no importa lo que hagas, yo siempre estaré contigo al igual que tu conmigo.

Tomó las mejillas de su chica y las apretó un poco, verificando que era real y que no era una ilusión.

—¿Por qué te fuiste? —preguntó.

Phoebe estaba temblando, en serio tenía miedo de hablar sobre lo que pasó, temía que si relatara los hechos volvería a pasar.

Pero tenía que decir algo, sacarlo todo y probar la suerte. Quizás si dijera todo ya no la atormentaría.

—Mi padre intentó abusar de mí —empezó a contar lo que había pasado ese 10 de diciembre del 2015— Desde que perdió el trabajo se volvió loco y no quería respetarnos, ni a mi ni a mamá. Esa noche volvió ebrio a la casa y empezó a corretearme mientras se desvestia, mi madre llegó y le disparó en la cabeza, tres veces.

Phoebe tragó fuerte, imágenes del momento empezaban a proyectarse una tras otra.

—Eso lo sé, pero ¿que tiene que ver eso con tu desaparición? No entiendo.