No te acerques a Uriel [COMPLETA] [Editando]

Capítulo 7

—¿Un acosador? —preguntó Sierra entrando en un estado de shock.

Astrid asintió hacia su pregunta dándole a entender que era correcto.

—Según lo que me dijo esa vez, parecía como si nos conociéramos de hace mucho —concluyó la pelirroja— Pero no me acuerdo.

Sierra echó su cabeza hacia atrás y tapó su cara con ambas manos, Astrid empezó a mover su pierna en forma de nervios.

Estaban en la biblioteca de la universidad y a Astrid se le ocurrió la idea de comentarle a Sierra lo que estaba pasando con el acosador, le dijo todo: desde el día del asesinato, las veces que se sintió observada en la universidad y lo que pasó ayer en la tienda.

—Que raro —concluyó Sierra, alzó la vista de nuevo y se acercó a Astrid— ¿Estás segura de que no mataste a alguien en el pasado? ¡Es que todo esto es muy sospechoso!

Astrid negó hacia la pregunta de su amiga, estaba 100% de que no había matado a nadie en el pasado. Esa era una realidad.

Ambas suspiraron y se quedaron mirando a un punto fijo del lugar.

La biblioteca estaba más o menos vacía, sólo habían unos 10 estudiantes y estos solo estaban usando sus celulares, la bibliotecaria estaba sentada en su sitio de trabajo mientras leía algún tipo de libro o historieta.

Astrid no podía negarlo, estaba asustada sobre lo que estaba pasando con el asesino alias el acosador. Muchos de seguro preguntarán que por qué no lo comentaba con la policía y listo, pero Astrid les será sincera. Ni ella misma sabía por qué no lo hacía.

¿Por qué no lo denuncia? Ni ella misma sabía.

La puerta de la biblioteca se abrió, alertando a las chicas debido a que no era algo común que los estudiantes de esa universidad entraran a aquél lugar.

Un chico alto de extremidades delgadas, pelo negro rizado, ojos grises y un abrigo de color negro apareció frente a ellas.

El chico analizó el lugar, como si estuviera buscando algo. Luego de dar con Astrid y Sierra, se acercó ellas.

—¿Se está acercando a nosotras? —preguntó Sierra sin poder creerselo.

—Sip, se está acercando a nosotras —confirmó Astrid viendo como el chico se detuvo frente a ellas.

—Hola —saludó Uriel— ¿Puedo sentarme con ustedes?

Sierra miró a Astrid, pidiendole que busque una respuesta para la pregunta que había hecho el chico. Astrid observó por un corto lapso de tiempo a su amiga y luego se giró hacia el chico que sonreía.

—Claro.

Uriel se sentó en la mesa, justo al lado de Astrid. Sierra cambió su expresión de "chica sonriente" a "chica no me caes bien". Astrid no entendía el por qué, Uriel era un chico inteligente y amable, ¿por qué a su amiga no le cae bien?