Capítulo 13

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La sala de estudios parecía un cementerio debido al silencio que había allí

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La sala de estudios parecía un cementerio debido al silencio que había allí.

Pulcra y silenciosa como siempre, Astrid pasó la mirada por el ambiente y se dió cuenta de que no era la única en ese lugar.

Recuerdos del beso entre ella y Uriel llegaron a su mente, no veía al chico desde esa vez y se le hacía algo raro. No estaba ni en la universidad ni le había mandado un mensaje.

Supongo que para Astrid eso era algo bueno.

—Siento la tardanza —se excusó Sierra sentándose en la silla frente a la pelirroja.

—Está bien, no tengo mucho tiempo aquí —respondió ella.

Ya era 29 de diciembre y las personas todavía seguían con el afán de las navidades y el año nuevo que se acercaba. A Astrid no le hacía mucha gracia esas festividades ya que como sea no podrá pasarla con su madre o algo parecido.

Astrid habia citado a Sierra en ese lugar para hablar sobre una posible teoría que rondaba por su cabeza desde hace ya un tiempo.

—Creo que Uriel y el acosador tienen alguna conexión —confesó la chica.

Sierra detuvo sus movimientos por un tiempo, estaba mirando a Astrid y buscando algún indicio de que estaba mintiendo o algo que le dijera que iba en serio.

—Al parecer me hiciste caso —contestó la chica.

Astrid se acomodó en su silla.

—No, lo que hice fué acercarme más a él e investigar un poco —la chica recordó el beso— También nos besamos.

—¿Se besaron? —susurró Sierra sin poder creerselo— Vaya vaya, eso no me lo esperaba —Sierra estaba asombrada, pero tenía curiosidad de algo— ¿Que pruebas conseguiste para deducir que Uriel y el acosador tienen alguna conexión?

Astrid se acomodó en la silla en la que estaba, la mirada de Sierra estaba puesta en la chica cargada de curiosidad.

—Ambos tienen el mismo perfume —empezó ella— Se que es una razón estúpida pero hay que tener en cuenta todo. Además tienen los mismos labios y ahora que me fijo, el mismo tamaño.

—Interesante —comentó la castaña adoptando una pose pensativa— ¿Que vas a hacer?

—Quiero que me ayudes —confesó Astrid.

—¿Ayudarte?

La chica asintió hacia ella y relamió sus labios dispuesta a contarle lo que tenía en mente.

—Tus padres son agentes, ¿verdad? —Sierra asintió— Tienen equipo para investigar y esas cosas. ¿No crees que mientras no están en tu casa puedes usarlo e investigar algo?

—¿Me estás pidiendo que viole la seguridad de mis padres, causando así una posible pelea entre nosotros para investigar a un chico de 20 años? —Sierra no se lo podía creer.

No te acerques a Uriel [COMPLETA] [Editando]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن