Capítulo: XXXVI

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-¿Tú? Pero ¿Cómo?- No sabia como definir lo que ocurría ¿Será que mis ojos me engañaban?

-¿Qué haces Kagome?- su mirada intensa me taladraba, parecía que podía ver atravez de mi. Apretó mi muñeca y eso me hizo abrir mi puño, en el que tenía la sortija.

- Ni se te ocurra deshacerte de ella- como pude me solté ese su agarre.

-¿Quien te crees que eres para veneir a decirme lo que tengo o no que hacer, Sesshomaru?- mi respiración era agitada y mi voz pausada - ¿Qué haces aquí? Ya eres un hombre casado ¿Qué no tienes respeto por tu esposa? - el peliplata intento acercarse pero me aleje

- Déjame que te explique Kagome

- No hay nada que explicar. Una y otra vez me has mentido es todo.- me acerqué tome su mano y en ella deposite la sortija- vuelve a donde perteneces - y sin más me aleje, necesitaba alejarme de él.

No pude dar más de unos cuantos pasos, hacia donde fuera que mis pies me guiaban, pues Sesshomaru me había detenido. Me tenía abrazada desde atrás, podia sentir su respiración en mi nuca.

- Sesshomaru ya basta por favor - pedí, pero más que pedir era una súplica, ya no tenía fuerza para seguir lidiando con esto.

- Escuchame- dijo en tono bajo. Yo negué con la cabeza e intente seguir mi camino pero él no me lo permitía. De un movimiento me giró y quedamos frente a frente, su respiración chocaba con mi rostro el cual sujetaba con amabas manos. No pude evitar llorar, me sentía débil frente a él, como una hoja llevada por el viento.

- No llores mi hermosa- ¿Cómo podía decirme eso? Entonces la rabia me invadió.

-!Ya! ¡Quiero que me dejes en paz!- exigi- ¡No quiero verte!- pero el no me dejaba de abrazar.

- No me casé...- susurro a mi oido. ¿Qué? Talvez había escuchado mal, si, si ahora escuchaba cosas que no eran.

-No me casé Kagome, no podria casarme con otra mujer que no fuese tú - dijo mirándome

- Deja de mentir.

- No estoy mintiendo, todo fue parte de un plan.

- Ya no me interesan tus planes, estoy cansada se ellos- dije en tono cansino.

- Tienes que creerme amor- yo no quería creerle, no quería más complicaciones.

De un momento a otro Sesshomaru me alzó y me hecho a su hombro, como si fuese un sacó de papas o algo por el estilo.

-¿Qué hace? Bajame ¡ por Dios estas loco!- el peliplata me ignoro por completo y camino conmigo a cuesta hasta llegar al auto y me depositó en su interior. Una vez el dentro me coloco el cinturón de seguridad, era difícil tenerle tan serca.

- ¿Dónde me llevas?- inquiri al momento en el que empezó a conducir.

- A nuestro lugar.- respondió sin quitar la mirada del camino

Llegamos a la casita de té, me hizo entrar casita a arrastra. La misma cabaña de siempre, que tanto recuerdos me traía.

-¿Qué hacemos aquí?

- Hablaremos- Sesshomaru tomó un vaso y una botella de wiskey que tomó del mini bar y se sirvió, tomó asiento frente a mi, observandome con esos ojos dorados y esa forma tan inquicidora de mirar.

- Estas ante en nuevo accionista mayoritario de TLK Company.

FLASH BACK - (Horas antes, durante la boda)

- Señor Sesshomaru Taisho ¿Acepta usted por esposa a la señorita Sara Misae, en los momentos bueno y malos hasta que la muerte los separe? Pregunto el juez. Depronto de la nada una pantalla de cine casero se deslizó a la vista de todos, en la que se mostraba una serie de imágenes.

Demonio de cristalOnde histórias criam vida. Descubra agora