Capítulo: XXXVIII

286 40 5
                                    

El amanecer nos encontró con nuestros cuerpo entrelazados, yo desperté primero que Sesshomaru

"¿Será cierto?"

Era la pregunta que surgió al verlo junto a mi

"¿Por fin podremos ser felices y despertar cada mañana de esta forma?"

"¿Será posible?"

Algo dentro de mi me inquietaba, era una gran preocupación y no entendía el por que.

-¿Qué es lo que te preocupa? - la voz de Sesshomaru me sacó de mi cavilaciones.

-¿Qué?

- Es evidente que algo te preocupa.

- No es nada- respondí tratando de no darle importancia, pero Sesshomaru tomó mi rostro entre sus manos y me hizo mirarlo.

- A ver dime- pidió

- Es sólo que se me hace difícil creer que por fin tengamos algo de tranquilidad, después de todo lo que ha pasado.

- Pues creelo, por que es asi- aseguró Sesshomaru.

Esa mañana regresamos a la mansión, allí nos esperaban Inuyasha, Kikyou y Bankotsu. Sesshomaru al verlo me tomo de la cintura y me acerco aún más a él, cosa que no paso desapercibido para el moreno.

- ¡Kagome! Gracias a Dios estas bien- exclamó Kikyou- Y tú Sesshomaru si mi prima estaba contigo ¿No pudiste haber avisado? En lugar de tenernos en ascuas.- Sesshomaru no respondió sólo permaneció con su actitud estoica y rostro inmutable.

- Me alegra que te encuentres bien Kagome- en los ojos de Bankotsu note algo de tristeza y eso me dolió un poco, sabía lo que él sentía por mi pero el estaba claro que no era recíproco. Sin decir más dio un paso al frente y le tendió la mano a Sesshomaru.

- Hazla feliz Taisho, ella se lo merece- Sesshomaru inclino la cabeza de manera afirmativa y estrecho la mano de Bankotsu.

- Se feliz Kagome.- yo fui más efuciva y lo abracé y el correspondió- Siempre estaré para ti- susurro a mi oído. Bankotsu era un buen hombre y se merecía lo mejor, se colocó a nuestra disponibilidad para lo que fuera necesario y lo agradecí mucho.

Los días pasearon y la bonaza se hacía cada vez más visible, pero aun faltaban piedras en el camino para dispersar.

EL telefono sonó incesantemente.

- Aló buenas tardes- atendió Kanna

-¿Familiares del Señor Taisho? le hablamos del Hospital Kenaji, el señor sufrió un accidente y necesitamos la presencia de algún familiar.

Kikyou y yo prácticamente volamos al hospital, pues no sabíamos a cuáles los dos Taisho se referían cuando llamaron de este, dado que ni Sesshomaru e Inuyasha respondían sus teléfonos celulares.

- Soy la esposa del Señor Taisho- dijo Kikyou

- Soy la prometida del Señor Taisho - dije yo. La enfermera nos miro desconcertada.

Demonio de cristalWhere stories live. Discover now