capítulo: XXIV

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"No importa cuanto odies o sufras, no podrás resucitar a los muertos."
(Watsuki Nobuhiro)

Kikyou estaba devastada por la muerte del abuelo, era de esperarse ella vivió y compartió con él más tiempo, mi tiempo con él fue muy corto.

Muchas personas fueron al velorio mostraron sus respetos.

Debo decir me sentía sola por algún tiempo antes de enterarme de la verdad, consideré al abuelo mi protector pues él siempre estaba ahí para darme algún consejo pero... pero ya no era así, desde ahora tenía que apañarmelas sola.

Tanto en el velorio como en el entierro los dos hermanos Taisho se hicieron presentes, tengo que decir que Sesshomaru se comportó a la altura, medio mi espacio pero en ningún momento estuvo distante, lo sentía, sentía su presencia a mi alrededor y eso por alguna razón me reconfortaba.

- Quiero al abuelo devuelta- Susurró Kikyou a abrazarme y echarse a llorar en mi hombro- no quiero que me deje sola- y confirme que no era la única que sentó a esa soledad por su muerte apesar de lo que había sucedido.

- No estás sola Kikyou, yo estoy contigo- le asegure con la intención de reconfortarla y hacerla sentir acompañada y por que era verdad solo nos teníamos mutuamente.

El féretro comenzó a descender hacia lo profundo de la tierra, Kikyou tomo mi mano con fuerza y las dos dimos la última despedida a nuestro abuelo, mirando como solo quedaban recuerdos, recuerdos tristes, doloroso; pero también recuerdos hermosos de incontable valor...

Y asifue como pasaron los meses. Kikyou y yo no encargamos de la empresa, él abuelo nos dejó como herederas u universales de todos sus bienes, sin embargo Kikyou se dedicó más a sus cosas. A ella le gustaba el arte, sobre todo pintar y pues alguien se tenía que dar ¿la cara? Si eso yo daba la cara por las dos, pero las desiciones eran en mutuo acuerdo.

-¿ Crees que es un buen negocio? - Pregunto Kikyou.

- Consideró que Si, invertir en vienes raíces, solo ahí que ser cuidadoso- respindo- ya hice las investigaciones y aquí está para que lo leas.

- Bien lo leeré y te diré si esto desacuerdo o no.

- Esta bien Kikyou- respondí. Si me había convertido en una mujer de negocios. Me dispuse a salir del taller que tenía Kikyou, pero esta me detuvo justo en la puerta.

- ¿Y que ha pasado con el demonio?- pregunto con picardía. Yo entorne los ojos sabía por donde venia

- ¿Qué podría pasar con él?- respondí con otra pregunta

- Deja de hacerte la tonta, sabes a que me refiero Kagome.

- No pasa, ni pasará nada. El es un hombre que está comprometido.

- Si, puede que lo este... aún que es algo que se puede solucionar

- Solución que aún no sucede querida prima.

- El dijo...- no la deje terminar

-Se lo que él dijo pero no me haré ilusiones- pause y con la mirada inquisitiva de Kikyou sobre mi- ni me mires así, ya una vez le creí y ya sabes lo que sucedió, termine con las tablas en la cabeza.

- Te entiendo pero no cierres tu corazón Kagome- solo me limite a sonreír y salí del taller.

Estando en la oficina recibí la inesperda visita de Bankotsu Yohei, el moreno mostraba su reluciente sonrisa

- Hola Bankotsu- el moreno se acerca hasta mi escritorio.- ¿como estás?

-Pues como ya sabes estoy bien pero al verte estoy mejor- sonríe.

Demonio de cristalWhere stories live. Discover now