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La ausencia de JiMin en su vida era tan palpable que en esos últimos días el mal humor era lo único que le acompañaba.

Había tratado de verlo, hablar con él y tratar de explicarle, pero el omega huía estratégicamente cada que se le acercaba o lo veía de lejos. Ahora, esa puerta de cedro que se mantenía sin seguro para que él entrase en cualquier momento, ahora permanecía cerrada con JiMin escondido dentro. Y saber que su amistad estaba reducida en eso por su culpa le hacia sentirse tan enojado, tan solo... que estaba seguro que si tuviese un lobo ya estuviera más que deprimido y encerrado en su habitación. Y por eso comprendía a JiMin y trataba de darle su espacio, aún si debían verse en la mesa cuando la señora Park le invitaba a almorzar luego de terminar su labor en el jardín, trataba de no ser insistente aún cuando se estaba muriendo por tomarlo del brazo y no dejarle hablar ni escapar hasta que pudiese explicarle, pero aún le quedaba algo de autocontrol para no hacerlo, así que simplemente fingía una sonrisa y apretaba sus manos cuando JiMin se retiraba de la mesa antes de terminar de comer, sin verle... sin darle una sola mirada.

Suspiró profundamente y como cada día desde hace un par de semanas, se levantó de la mesa justo después de que JiMin se haya retirado.

—Gracias por el almuerzo, me iré ahora.

La señora Park, quien era consciente de lo que ocurría con su hijo y YoonGi, sonrió triste, otro día había pasado sin que esos dos se hablaran y aunque se supone no era algo de importancia, cualquiera en la casa extrañaba las escenas de su hijo abrazando al beta o confesandosele sin tapujo alguno; y por eso verle tan triste y decaído era algo que habia empezado a notarse quizás demasiado.

—YoonGi —llamó su atención antes de que saliese— en un par de días saldré con JiMin de la manada, puedes seguir viniendo, Baekhyun necesitará algo de compañía al igual que Seokjin así que si deseas pasar a verlos entonces hazlo.

—¿Irán por mucho tiempo?

—Una semana.

YoonGi asintió pensativo y el estomago se revolvió de sólo pensar en no ver al omega.

—Espero tengan un buen viaje.

[ 🥀 ]

JiMin miró atento el momento en que YoonGi abandonó la mansión, escondido entre las cortinas de su balcón fue testigo del beta dejando la casa con los hombros caídos.

Le dolía verlo así, claro que lo hacia, el ignorarlo y pasar de él aún cuando YoonGi mostraba esa mirada con ojos iluminados en arrepentimiento le estaba costando demasiado, pero debía tratar de seguir a delante y de no ceder.

—Sigo pensado que deberías hablar con él —murmuró Seokjin, sentado en la cama del omega, JiMin se veía tan mal, tan triste cada que espiaba al beta, buscando tener un poco de su imagen para sentir confort— pueden aclarar las cosas, JiMin.

El omega negó, cerrando las cortinas y volviendo a acurrucarse entre las sabanas de su cama.

—No puedo hablar con él —murmuró escondiendo el rostro en esa camiseta vieja que conservaba del beta, tratando de ocultar la voz rota y las lagrimas que no habían perdido el tiempo en aparacer— sé que si lo hago arreglaremos todo y yo volveré a lo mismo, quererlo sin ser correspondido, a tratar de sonreír cuando él no reacciona a mis confesiones. Ya no quiero eso, a-al menos... al menos hasta que logre sanar —JiMin presionó los labios desolado— hasta que logre superar lo que siento por él... —sollozo— sólo no quiero que me siga doliendo.

—Seguirá doliendo Minnie, lo hará, pero si hablas con él... si tratan de arreglar las cosas, estoy seguro que hallarán una solución —suspiró— quizás todo es un malentendido y él no quiso...

Flores en manos de YoonGi ; YoonMin/윤민 Where stories live. Discover now