Flores en manos de YoonGi ; YoonMin/윤민

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Mientras se paseaban por las calles apenas pobladas, JiMin pudo reconocer a dos figuras a la distancia, sonrió feliz y sin aviso alguno, se dispuso a correr tras ellas.

YoonGi se asustó cuando el Omega se apartó de su lado, y aún que trató de detenerlo, JiMin no prestó atención a sus gritos. Resopló con la preocupación cubriendo su cuerpo y sin poder contenerse corrió tras el Omega escurridizo.

Fue a quizás cinco metros de distancia que reconoció a las personas con las cuales JiMin parecía brillar de felicidad. Suspiró con una media sonrisa y se acercó lo suficiente para ser notado.

—¡YoonGi! —su amigo Hoseok corrió los pasos que les separaban y lo apretujo entre sus brazos como si no se hubiesen visto apenas hace medio día— creí que no querías venir al festival.

El beta se encogió de hombros restándole importancia.

—¿Y ustedes que hacen aquí? —cuestionó en cambio.

Para YoonGi no pasó desapercibido la sonrisa nerviosa de Hoseok.

—Escapamos de Jungkook y llegamos hasta aquí —contestó el omega castaño.

—¿Y dónde esta él?

—En casa —respondió Hoseok—, papá lo detuvo porque quería venir con nosotros y escapar de sus deberes de hoy.

YoonGi sonrió pensando en el alfa.

—Vamos, quiero comprar una manzana con dulce —chilló JiMin tomando la mano del otro Omega.

YoonGi asintió y volvió sus pasos hacia al frente.

Estaban a escasas cuadras de llegar a la plaza dónde seguramente varios miembros de la manada estarían reunidos, en su mayoría los que se aventuraban a salir en luna llena eran los jóvenes, sobretodo quiénes permanecían solteros y dispuestos a buscar pareja.

—¡YoonGi! —chilló JiMin en cuanto se adentraron entre el tumulto de personas.

YoonGi identificó la razón del entusiasmo de su amigo y sin esperar tanto lo tomó de la mano para llevarlo hasta el pequeño quiosco adornado con bonitas girasoles y rosas rojas.

Apenas subieron las escasas dos gradas JiMin se aventuró a toquetear con la punta de sus dedos los pétalos de las rosas, aspiró profundamente cuando detuvo su cara lo suficientemente cerca de una rosa para que el aroma de los Omegas y alfas cerca no obstruyeran el de la planta.

—Delicioso.

YoonGi bufó divertido mientras le miraba recargado en un pilar a brazos cruzados.

Definitivamente es un cachorro. Pensó.

—¿Quieres que nos quedemos aquí o que alcancemos a Tae y Hobi? —preguntó.

Volteó su rostro y un vuelco dió directo a su estómago cuando notó la mirada de YoonGi posada sobre él. Inevitablemente terminó sonrojado, al igual que todas las veces que YoonGi le miraba.

Le gustaba que YoonGi lo mirara.

—Vamos con los chicos.

JiMin asintió titubeante y caminó hasta posicionarse junto al mayor quién inevitablemente tomó la mano pequeña entre la suya.

Caminando bajo los faroles iluminados, JiMin se dió el tiempo de mirar a las personas a su alrededor. El ambiente era romántico desde su perspectiva, parejas andando con hombros rozandoce y otros compartiendo miradas enamoradas.

Suspiró feliz cuando una pareja en particular llamó su atención, se trataba de una jovencita de cabello castaño y grandes ojos cafés, su sonrisa se extendía en su rostro al igual que el brillo inigualable que parecía desprender, a su lado, un jóven alfa la tomaba de la cintura, sus rostros estaban cerca y sus narices rozándose, fue en un movimiento rápido que el chico dejó un beso sobre los rojizos labios de la chica y fue en ese instante que JiMin notó algo, sus ojos brillaban con un color similar, la luna parecía reflejada en sus pupilas y cuando sus manos se encontraron a la altura de sus pechos, un suave color se pintó en la punta de sus dedos.