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Con la respiración errática y el corazón bombeando fuertemente sobre su pecho llegaron hasta su casa, no hizo falta sacar el manojo de llaves en su bolsillo puesto que la señora Min ya les esperaba con la puerta abierta y una expresión de alivio.

—¿C-como está? —apenas logró balbucear, sus manos temblando mientras recorría las contrarias que se mantenían manchadas de tierra.

—No te preocupes, todo está bien, solo necesito algo de ayuda.

Minho asintió con el rostro contraído en preocupación y no esperó mucho para correr en busca de todo lo necesario para recibir a su cachorro.

YoonGi, en cambio, miró agradecido a su madre, por estar ahí y que tenga toda esa experiencia consigo puesto que él se sentía casi inútil, con la mente nublada y sin saber que hacer a pesar de las tantas  lecciones que su madre le había dado de niño para todo tipos de nacimientos. En especial para casos como esos.

—¿E-Estara bien, hyung? —el murmullo tembloroso de JiMin llega hasta sus oídos y él le mira de costado mientras recoge las mangas de su camisa de botones.

—Lo estará, no te preocupes.

No dice más y JiMin queda solo mientras YoonGi, la señora Min y el señor Minho corren hacia fuera.

No hace falta decir que Minho tiembla cuando llega a su jardín y se encuentra con la flor abriéndose poco a poco mientras algunos pétalos yacen en el suelo. Hay un líquido que huele delicioso y se derrama por entre la flor y el aroma, saben, es el que será el característico de su cachorro.

Un omega.

Es lo primero que piensa, con el aroma a jazmín y vainilla destilando por el aire.

YoonGi se acuchilla a la par de su madre y ayuda a esta a romper con sus manos la capa en la que el cachorro se encuentra acurrucado, deben darse prisa debido a que el líquido podía ser fatal si llegaba al rostro del cachorro. Sus unas cortas duelen cuando las entierra en el tallo pero no le presta atención, no cuando la pequeña mata de cabello castaño se hace paso a su vista y el corazón le bombea rápidamente.

Escucha un jadeo a su espalda y sabe que es JiMin, y es un milisegundo en el que todos los presentes miran con adoración el rostro que empieza a aparecer entre los pétalos de la flor concebidora.

—Alfa Minho —masculla, pidiendo que se acerque.

Y cuando lo hace YoonGi hace un gesto para que sostenga la cabecita del cachorro que a empezado a dejar su casa temporal.

El frío es intenso esa noche y JiMin con manos temblorosas acude a su mejor amigo pasándole la pequeña cobija que él mismo había tejido como regalo para el cachorrito.

—Su aroma —masculla para si mismo y YoonGi le da una mirada a través de su hombro y asiente como si supiera la duda que se planta en su cabeza.

Pasan varios segundos, tres minutos quizás y el cuerpecito del cachorro se deja ver siendo sus piecitos los únicos que aún están atrapados entre la fusión de aquel tulipán y el girasol.

—Es hermoso —chilla la señora Min y cuando el cachorro sale por completo ella se encarga de arrojarlo con la suave cobija.

El silencio junto a las respiraciones erráticas es lo único que se persigue en el aire. Y YoonGi mira a su madre quien asiente orgullosa y le deja el pase para que hable.

Su primera vez como presentador de cuidador de flores.

—Es un cachorro varón  —dice y toma en sus brazos al cachorro solo para dejarlo en brazos del ansioso padre— y la luna le ha concebido el don de ser omega.

Flores en manos de YoonGi ; YoonMin/윤민 Место, где живут истории. Откройте их для себя