CAPÍTULO 2

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(Domingo)

Estoy en el parque, en un picnic con mis amigas, la brisa es fresca, se pueden ver a las personas trotando y a otras escuchando música, todo está muy tranquilo.

– ¿Van a ir a la feria el próximo sábado? –pregunta Samanta algo emocionada, posiblemente porque ya su novio Alexander la había invitado con anticipación. No me cae mal, pero no se puede considerar una salida de chicas que el objetivo es para convivir si una de ellas lleva a su pareja.

Samanta y Alexander se habían conocido en el cumpleaños de él, tuvieron buena química como quien dice, se la pasaron toda esa noche hablando y bailando, después de una semana se volvieron novios, Rose y yo lo vinos venir de tanto que conspiramos desde la primera vez que los vinos que se la pasaban bien juntos, y ojos de loca nunca se equivocan.

– Cuenten conmigo, me encantan los juegos mecánicos –responde Rose mientras tomaba de la malteada de proteínas, pero sabe dios que significa eso.

– Suena bien –declare sonriente.

– Entonces nos reuniremos en mi casa ese día a las 02:00pm, y de allí a la feria –propuso Samanta también con una encantadora sonrisa. Terminamos de comer y jugamos diferentes juegos de campo para entretenernos hasta que llego la hora del almuerzo. Nos despedimos y cada una se fue a casa.

Después de comer el resto del día estuvo muy aburrido no me imaginaba nada que me quitara la flojera de hacer algo, así que se me fue toda la tarde escuchando música. Era domingo y no tenía planes, así que luche contra el aburrimiento haciendo cualquier actividad para despejar la mente, después del feroz combate para levantarme de la cama continué con mis audífonos pero escuchando música de ambiente para comenzar a leer, la música en lo personal no hace nada especial mientras leo; pero bloquean el sonido para no distraerme con otra cosa.

Estuve en eso unas 3-4 horas, cuando me inspiro me olvido de las personas y mis alrededores. Ya eran las 07:00pm cuando me llamaron para comer, baje y cenamos en la cena de forma normal, si no hubiera escuchado la conversación diría que nada pasa ya que mis padres no hablaron ni se comportaron extraño, no sé si ya lo abran arreglado. Estaba a punto de volver a ponerme a leer hasta que se hiciera a mi parecer la hora de dormir hasta que recibí una llamada, tome el teléfono puede ver que se trata de Rose.

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– Hola, ¿Elizabeth? ¿Dónde estás?

– Hola Rose, en mi casa en ¿dónde más?

– ¿Cómo que en donde más? pues en mi casa, acaso se te olvido la noche de chicas que haríamos hoy.

– Caíste, claro que no, voy en camino –no era cierto se me había olvidado por completo.

– Te espero, Samanta tampoco ha llegado, la llamare en un momento.

– De acuerdo, haya nos vemos.

– Ok

– ... –

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Pegue un brinco de la cama y empaque lo más rápido que pude la primera muda de ropa, y otras cosas para pasar la noche; fue difícil convencer a mis padres con el permiso no anticipado, pero como sabían que se trataba de mis amigas me dejaron, cuando llegue a la casa de Rose, note que Samanta no había llegado a la casa, le pregunte a Rose me dijo con un acento muy gracioso que la había llamado y que llegaría un poco tarde, y la razón era porque estaba con Alexander.

Después de media hora, llego Samanta y empezamos la noche de chicas, los padres de Rose no estaban, pero siempre nos daban permiso de hacer de su casa nuestro sector de juegos, ellos esta noche habían salido a un cena y nos dejaron a cargo, horneamos galletas, pasteles, jugamos póker, twister, después ya era lunes, y a las 01:00am empezamos a ver la maratón de terror. Teníamos todo preparado, las palomitas de maíz, los refrescos, y estábamos muy cómodas con muchas almohadas.

La Respuesta De La Venganza (Editando)Where stories live. Discover now