CAPÍTULO 22

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Como suele pasar siempre, las cosas suceden demasiado rápido, esto al parecer pasa muy seguido, en un abrir y cerrar de ojo después de escuchar la advertencia el mundo se me nubla, todo cae entre sombras y los sonidos se vuelven murmullos inaudibles.

Voy poco a poco perdiendo la conciencia mientras siento presión en mi boca con una tela, el auto acelera y desde ahí mi conciencia se borra.

Despierto en una habitación oscura, solo hay luz que se cuela por las ventanas, voy recuperando la conciencia y los sentidos, y a medida de eso me doy cuenta que estoy en una especie de almacén abandonado, y que la poca luz que hay es de luna, ya es de noche.

No sé qué hago aquí trato de hacer memoria de lo que paso y de pronto me llega a la mente, lo último que recuerdo es a Adán gritando que escape mientras yo estaba con...

Escucho pasos y voces conversando junto con una puerta siendo abierta bruscamente, me estremezco con el sonido tan fuerte que produce, mi corazón está a mil por hora ni siquiera puedo disimular seguir inconsciente para informarme más ya que los nervios me ganan y la desesperación.

Veo a dos hombre acercarse y notan que ya he despertado, están completamente vestido de negro con lentes y sombreros por lo cual queda a un nivel muy bajo el alcance visual de sus rasgos faciales, lo que sí puedo notar en un nauseabundo olor de tabacos y alcohol.

Uno se queda parado a unos tantos pasos de mí, mientras el otro se sigue acercando y cada vez ese hedor se vuelve más fuerte haciendo torcer el gesto.

‒ Al parecer la princesa despertó, no seamos descorteces y vamos a ver si se le ofrece algo ‒dice el hombre que está más lejos con una voz gruesa y ronca.

‒ Yo no sé qué querrá, pero lo que yo quiero es comprobar si esos pechos son reales, míralos grandes y redonditos, y yo no gay ‒exclama el otro que se acerca a mí, me retuerzo al pensar que va a tocarme, mientras se acerca sonríe y noto que sus dientes están en mal estado debe de ser producto de drogas y otras cosas‒ ¿Qué pasa? ¿Es que acaso no te gusto?

‒ Como le vas a gustar con esa cara ‒dije en otro prendiendo un cigarrillo‒ además recuerda que el jefe dijo que no la lastimemos por ahora.

‒ Igual la van a mandar a matar, además no va a sufrir lo va a disfrutar, tómalo algo así como un momento de felicidad antes de partir.

Dicho lo último, me toma por la cintura e intenta besarme, me resisto como puedo mis pies y manos estaban atados pero mis piernas solo estaban atadas en la parte del fémur y aun podía hacer la flexión de las rodillas, aprovechando esto aprovecho y lo golpeo con todas mis fuerzas en la parte más sensible.

Rápidamente se aleja de mí y se tira en el suelo retorciéndose de dolor, su compañero se acerca y me atina un golpe en el rosto logrando sacarme sangre.

‒ Maldita perra ‒en ese momento el otro sujeto se levanta lentamente recuperándose del golpe, y saca un arma para apuntarme.

‒ No quisiste ser mansita, ahora veamos qué tan valiente eres desgraciada.

Cierro los ojos esperando el impacto.

Escucho un disparo, pero yo sigo viva así que abro los ojos y veo que el disparo no ha sido del arma del sucio que tengo al frente, ellos también parecen sorprendidos y los tres volteamos a ver de dónde provino el tiro.

‒ Tu no tomas esas decisiones, y se supone que tienen órdenes específicas de no dañarla ‒la voz se dirige a los dos hombre de negro, y estos parecen que estuvieran viendo un fantasma.

‒ Jefe es que... ‒así que este es el jefe de estos idiotas que me tienen retenida.

‒ Es que ¡NADA! ‒la voz suena poderosa y autoritaria‒ tienen órdenes especificas así que cúmplanlas ‒el dueño de aquella voz llega cerca de nosotros y descubro que es Colín, se supondría que tendría que estar alterada porque él está detrás de todo esto, pero no puedo evitar al mismo tiempo sentirme algo aliviada de que estos ya no me harán nada gracias a él.

La Respuesta De La Venganza (Editando)Where stories live. Discover now