CAPÍTULO 26

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Recogiendo mis últimas pertenencias en mi habitación esperando a que Javier llegue por mí, bajo la última maleta y sinceramente no recuerdo haber tenido tantas cosas cuando regrese, dejo las maletas en la sala y salgo al jardín para verlo por última vez, me siento a esperar, no muy contenta por cierto.

‒ No te vez muy convencida ‒menciona Adán que hace entrada a la sala y se sienta a mi lado en el sofá.

‒ No lo estoy, ni siquiera sé a dónde me dirijo.

‒ Vas a verlo de todas formas ¿para qué arruinar la sorpresa? ‒me sonríe.

‒ Odio las sorpresas ‒respondo imitando la sonrisa, "reír para no llorar" porque en el fondo lo que me duele es alejarme.

Adán endulza el gesto, ahora sus expresiones son de compasión y ternura, me sigue mirando y yo a él hasta que me toma de las manos‒ No te preocupes, no voy a dejar que te pase nada‒esas palabras me llenan de tranquilidad por un segundo. Pero llega la pregunta de por qué me ayuda tanto, pensando así a pesar de los años decido preguntarle.

‒ ¿Por qué te preocupas tanto por mí? ‒él me sigue mirando unos segundos, buscando algo en mi rostro, quizás buscando la respuesta correcta.

‒ Porque te quiero ‒esa respuesta fue tan directa que se compara con un disparo de bala.

‒ ¿Por qué? ‒y yo sigo insistiendo, demostrando que no puedo con la curiosidad.

‒ No lo sé, nadie nunca sabe cómo explicar por qué te gusta esa persona, solo sabes que darías todo porque fuera feliz, y más aún si es al lado de ti mismo‒solo me quedo inerte escuchando cada palabra que siento que se desvanecen‒ la primera cita que tuvimos, quería decírtelo, pero los nervios me ganaron.

‒Aún sigo confundida.

‒ Imagínate yo, creo que lo más cercano que puedo mencionar es que me recuerdas a mí, cuando te vi en la morgue esa noche a pesar de tu perdida no te vi indefensa, te vi fuerte y valiente, fue admiración ya que yo no soporte la muerte de mi madre, y pues vaya a saber cuándo la admiración se convierto en esto, pero está desde hace mucho.

No logro analizar toda la situación cuando veo a Adán acercarse, con intenciones más que claras, un beso lento al principio, tardo en acostumbrarme pero él es paciente y poco a poco voy tomando el ritmo, y se vuelve más sincronizado.

De pronto una sensación muy fuerte, un impacto, ahora él está encima de mí cubriéndome con su cuerpo ¿qué ha pasado? Mis oídos zumban, nos levantamos despacio observando alrededor, hay fuego en la casa ¿una explosión? De la casa proviene humo provocado por el fuego.

Todo a mí alrededor es insonoro, y la frecuencia de los sonidos va subiendo de manera distorsionada, hasta que escucho perfectamente a Adán tratando de llamar mi atención y jalarme por el brazo a una zona para cubrirnos. Saca un arma de su cinturón, en ese momento no tengo con que defenderme de lo que sea que esté pasando.

‒ Sígueme ‒me ordena, a lo cual obedezco sin discutir, nos dirigimos a un pequeño almacén donde se guardan los implementos de jardín, nos metemos en el pequeño lugar, y Adánempieza tirar unas cuantas macetas de una caja que le serbia con mesa para ponerlas, remueve la caja dando paso a una puerta en el suelo.

La abre y es un pequeño suministro de armas con sus recargas, y chalecos anti-balas.

‒ Póntelo ‒me ordena, pasándome uno de los chalecos, junto con una pistola‒ prepárate.

‒ Pero no sabemos donde puedan estar ‒digo refiriéndome a los atacantes, pero él solo me mira con confusión.

‒No vamos a enfrentarlos ‒ahora laconfundida soy yo‒ voy a sacarte de aquí.

La Respuesta De La Venganza (Editando)Where stories live. Discover now