CAPÍTULO 23

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01:00pm
Ya han pasado dos horas desde la última sesión de esta mañana, estoy en mi celda acostada en la cama ya desgastada, estoy vendada de pies a cabeza, (tengo que encontrar el momento perfecto...)

Tengo que hacerlo pagar por todo lo que me hecho, todo el dolor que he soportado no va a ser en vano, sino he escapado aun es porque nada me asegura que pueda volver a encontrarlo si le pierdo la pista, si me cobro mi venganza tiene que ser desde adentro, desde aquí.

‒ ¡Tú comida!

Escudo el metal chocar al abrirse la pequeña ranura, con algo de lentitud y muy adolorida voy a por ella sin decir palabra alguna, mi mente se encuentra procesando cada detalle, porque sé que lo que pienso hacer, solo tengo una oportunidad. Un solo tiro para matar a la bestia.

09:00pm
Estaba en camino a la habitación,  que era la sala de mis torturas estas últimas 2 semanas, como ya es costumbre me ataron a una silla, solo estaba a la espera de mi verdugo.

Finalmente se abre la puerta, lo veo entrar con un semblante algo peculiar, está sonriendo más de lo que suele mostrar, es una sonrisa psicópata que me pone nerviosa y no puedo ocultar mi miedo al estar cerca de ese tipo.

‒ Tranquila, sé que como yo estas ansiosa por empezar a jugar ‒se dirige a mi tomando de la mesita uno de los tantos cuchillos que había en la pequeña mesa, cada uno con diferentes tamaños y usos que poco a poco he tenido que aprender a la mala.

09: 30pm
No ha pasado mucho, pero a cualquier persona en esta situación se le harían eternos cada minuto y segundo que pasa, estoy suele durar más pero veo que Ryan se aleja para colocar la última navaja con la que estuvo trabajando en la mesa y voltear a mirarme.

‒ Te estarás preguntando por qué no sigo con la diversión ‒levanto el rostro para verlo, me está dirigiendo una sonrisa amplia, mientras yo solo pudo lanzarle una expresión llena de ira que parece nota‒ no me mires así ‒me dice en tono jovial y sin perder la sonrisa‒ te tengo una sorpresa.

Normalmente me gustan las sorpresas, pero no cuando son dadas por este tipo, me pregunto si se tratara de lo que hablo esta mañana, eso tan "especial" que me tenía preparado, sabía que no podía ser nada bueno para mí pero no podía con la intriga, aun así no le dirigí la palabra y espere a que me lo revelara el mismo.

‒ ¿No vas a preguntar qué es? ‒no hay repuesta de mi parte, sin importar se voltea, y busca algo en una caja roja, mis ojos se abren de par en par, el pulso se me acelera y siento de me falta el aire con tanta precisión en mi caja torácica debido al cambio drástico de mi ritmo cardiaco.

De la caja saca un sello de metal como el que usan para el ganado, junto con eso saca un soplete quemador y los coloca en la mesa pequeña, se regresa buscando dos sopletes más, no queda mucho a la imaginación para saber lo que viene.

‒ Nos vamos divertir bastante ‒coloca el cello en una base de modo que la parte del cello quede extendida y desplegada en el aire,  lo siguiente es que enciende los sopletes apuntando al cello que paso a paso se calienta quedando lentamente al rojo vivo‒ ya casi está listo ‒cada segundo es una agonía por la desesperación, que se volverá más agonizante cada segundo que esa cosa se calienta y esté lista para marcar mi piel.

Esperando un poco más, él estaba a punto de tomar el cello con unos guantes cuando llaman a la puerta, de mala gana deja todo acomodado de un lado y se dirige un poco irritado a la puerta a ver quién ha interrumpido su diversión.

‒ ¿Qué mierdas pasa? ‒se nota el enojo en su voz.
‒ Perdón señor ‒dije un chico joven muy nervioso‒ pero ha ocurrido una emergencia ‒no puedo evitar prestar a tención a que problema se pudo haber presento.
Para mi mala suerte, lo que sea que le dijo lo hizo en un susurro inaudible para mí, veo que se limpia las manos y se prepara a salir.

‒ No cantes victoria, volveré en un par de minutos ‒con esto sale de la habitación cerrando la puerta detrás de él.

¡MI OPORTUNIDAD!

Empiezo a hacer movimientos bruscos de modo que la silla se rompe, no dándome la completa movilidad, pero si la suficiente para dirigirme la pequeña mesa de herramientas y tomas unos de las tantas orillas que hay y empezar a cortar las cuerdas de mis amarres.

Logro liberarme y me dirijo a la puerta con otra de las herramientas y manipuló la cerradura hasta escuchar un "clic" y conseguir que la puerta se abriera, tomo uno de uno de los sopletes y lo apago para más adelante.

Me dirijo sigilosamente a mi celda, me oculto cuando me encuentro con el guardia de las llaves, sin hacer mucho ruido me acerco a él lo suficiente mientras esta distraído y con unos de los cuchillos más grande que me he traído de cámara de tortura, le corto a la altura de la garganta desgarrando la yugular con gran facilidad gracias al buen filo del arma.

Tomo las llaves que están sujetadas al cinturón y retomo mi camino, al llegar abro la reja y busco una rata que ha caído en una trampa que he hecho y he puesto de carnada un poco de la comida asquerosa que me sirven, la verdad no sé si ellas se la comen porque les gusta o como yo que lo hacen para sobrevivir.

Mi madre decía que cuando uno tiene hambre no le pone "peros" a la comida, y si lo hace no tiene hambre y solo tiene ganas de joder.

Sujeto a la rata y la amarro con una cuerda y me la llevo hasta uno de los conductos de ventilación, con cuidado de no soltarla me deslizo por el conducto hasta llegar a una abertura con un ventilador, nuevamente con unas de las herramientas que he tomado esta vez un alicate de presión, antes de actuar verifico que la habitación a la que se dirige este vacía, y efectivamente el ventilador conduce a un pasillo aparentemente despejado.

Lentamente y con cuidado intento atravesar el alicate entre las aspas del ventilador, cuando lo hago, logro dañar el mecanismo y empiezo a patear hasta que se cae, salgo y me voy corriendo a cualquier dirección ya que no tengo ni idea de cómo este distribuido esto, más sin dejar que me vean.

Llego a un lugar donde puedo divisar más adelante un campo de cultivo y procesamiento de droga, hago un chequeo visual rápido y veo mi boleto de salida de aquí.

Me desplazo por las sombras, detrás de paredes, arbustos y cajas para evitar ser vista, llego hasta un almacén (me he sacado la notaria) está lleno de armas, tomo una pequeña que me la llevo en la cintura y un francotirador de largo alcance el cual lo llevaré en la espada. Salgo de allí y me dirijo hacia otro almacén donde se nota que guardan la mercancía ya hace rato están llegando camionetas que las cargan con bolsas blancas (y dudo que sea harina)

Espero el momento perfecto en el que los que transportan están en busca de más bolsas, por el lado apuesto del conductor me introduzco debajo del auto y me sujeto firme elevando mi cuerpo para que no sean visibles mis piernas, con las cuales trato a tomar agarre.
El auto empieza a arrancar, y todo sale de maravilla y cada vez me acerco más a la salida,  las puertas se abren y el cargamento se dirige fuera de las instalaciones de ese lugar, aprovecho cuando el carro baja la velocidad para dar una vuelta y me dejo caer al suelo y rápidamente giro hacia una plantas rogando que no me vean, la oscuridad de la noche es una gran ayuda.

La puerta se cierra, y el auto se aleja, no hay personas cerca así que me levanto y voy corriendo a las colinas, y en una lo suficientemente elevada para tener un rango de vista más acertado a la hacienda y así poder apuntar mejor con el franco tirador.

Logro divisar la oportunidad de formar un caos considerable que había visto hace unos instantes cuando salí del sótano, a lo que calculo debe causar suficiente bullicio para atraer el pez gordo.

Me coloco pecho tierra junto con el franco tirador, lo estabilizo y lo posiciono, y apunto a una pila de garrafones de combustible y líquidos inflamables, antes de apretar el gatillo  coloco el silenciador al arma y finalmente disparo, la reacción es la esperada ya que al contacto con el proyectil hace una explosión y todo lo cercano entra en llamas.

Las personas corren de un lado al otro buscando baldes de agua mientras que otros no han corrido con tanta suerte, ya que han estado suficientemente cerca de la explosión para que las llamas los alcanzaran y no tarden en envolverlos poco a poco hasta quedar envueltos por completo en ellas. Junto con ellas una segunda explosión sucede ya que había dejado el soplete encendido en el almacén de armas (se tardó más de lo esperado, aun así es preciso y conveniente)

Me agacho ocultándome en la vegetación, sigo viendo a las personas correr y entre tantas logro ver a Ryan percatándose de lo ocurrido y haciendo gestos a sus empleados claramente preguntando qué ha pasado, a lo cual ellos confundidos y muy ajenos a las razones no saben que contestarle.

Vuelvo a posicionar el arma y está vez apunto a él, no me tiembla el pulso, en mi mente no hay espacio para dudas, mi respiración decidida con un último suspiro para apretar el gatillo. Juraría sentir los segundos convertirse en minutos, hasta que por fin la bala alcanza su objetivo y el mismo cae por el impacto al suelo.

Muchas personas empiezan a rodearlo, tratando de detener la hemorragia pero es desde mi punto de vista inútil, le he atinado en el pecho, sin embargo, aunque no haya fallado el disparo ahora tengo otro problema.

Si al principio estaban confundidos del porqué de la explosión, ahora están seguros de que es un atentado, y están al corriente de mi presencia, hombres armados empiezan a esparcirse rodeando el área, lo cual me deja desconcertada un momento, debieron haberlas traído encima ya que he destruido su suministro de armas, me levanto y apresuro antes de que lleguen a mí.

Me levanto y aprieto el paso alejándome lo más rápido que me permiten las heridas, hacia un grupo de árboles que abren paso a un bosque, pero analizando mi condición, no voy a poder huir de allí a mi velocidad, así que tendré que esconderme hasta que la guardia baje y puede desplazarme sin ser vista.

Analizo el grupo de árboles a mi alrededor y entre tantos escojo un árbol que a pesar de alto es bastante frondoso, las hojas no permiten filtrar la poca luz de luna por lo que no se me hará una sombra, por lo mismo no deja ver sus ramas, por lo que no me encontraran en si pasan por debajo que él, como puedo me intento trepar a él, lo cual es inútil pese a que las ramas primerizas están muy lejos.

Me doy la vuelta y veo al árbol del lado que no tiene las primeras ramas a mucho de dos metros y medio de altura, con algo de esfuerzo podré llegar a una, a lo lejos escucho un disparo, los hombres debieron haberle disparo a un objetivo equivocado, una señal más para mí para darme prisa, ignorando el dolor que los brazos y piernas aun lastimados, me aferro al árbol y con un impulso y un salto logro alcanzar una de las ramas, me subo el ella y apoyo mi espalda en el tronco del árbol. Tomo un pequeño respiro antes de volver a tomar impulso calcular las ramas del árbol enfrente de mí, y saltar hasta una de ellas.

Logro hacerlo, pero la felicidad me dura muy poco, escucho pasos y ladridos no muy lejos de mi ubicación, subo un poco más, escalo más alto el árbol hasta que escucho que están a menos de 5 metros de donde estoy, me quedo inmóvil para no mover ni una hoja, y en mis adentros rezando un "padre nuestro".

Escucho personas que se siguen acercando hasta que logro verlos desde las alturas de las ramas, los hombres están armados y traen con ellos perros de caza de raza galgo, los guían en un recorrido exacto de donde estuve por el árbol de al lado y finalmente empiezan a ladrar al árbol donde estoy, me veo acorralada en la espada y la pared, no tengo idea de qué hacer y no hay muchas opciones.

‒ ¡EEHH! El cachorro encontró algo ‒escucho decir a algunos de ellos, miro a mi alrededor y no encuentro forma de crear una distracción, a este paso voy a tener que pelear y en mi estado no es conveniente si duras penas he tenido fuerza para ejecutar mi escape, sin mencionar que en el enfrentamiento habrían disparos que atraerían a otros más, con los cuales no podría si acabo con los primeros, por ellos ser mayoría.

De pronto siento moverse algo en mi cintura, se me había pasado de largo que traiga secuestrada una de las ratas del sótano, aprovechando la oscuridad de la noche libero la rata y la dejo caer cerca del tronco del árbol.

‒ Escuche algo ‒dice uno de ellos para apuntar su arma a la base del árbol, mientras yo intento ser invisible, la rata sale corriendo lejos aprovechando su libertad‒ era solo una rata ‒murmura el mismo hombre bajando su arma‒ su olor debe haber confundido al perro ‒asimila.
‒ Debe haber un nido allá arriba ‒dice uno de sus acompañantes para empezar a disparar a la copa del árbol sin un blanco especifico, las balas no me dan pero pasan muy cerca de mí, inclusive rozando las ramas y en tronco de donde me sujeto, con los disparos también sales volando un montón de aves nocturnas de los arboles alrededor‒ con eso es suficiente vámonos.

Sin más se fueron y pude recuperar mi respiración que poco a poco volvía a la normalidad, me quedo unos minutos meditando y esperando a la vez que los hombres se dispersen y no allá moros en la costa para poder avanzar, claramente lejos de aquí pero la pregunta sería (¿Hacia dónde?)

...

Debieron haber pasado horas desde que estoy en el tronco de aquel árbol rustico, pero mientras más tiempo pasa empiezo a ignorar ese entre otros detalles, los ojos me pesan el cansancio me está ganando, pero mi mente sigue activa a mi situación, me restregó los ojos y me estiro para espabilarme y que se valla el sueño por ahora, le alzo sobre las ramas del árbol y no logro ver a más personas recorriendo la zona.

Debieron haber pensado que estaría más lejos, y debieron emprender una búsqueda más extensa del territorio, aprovecho eso y bajo del árbol, caigo torpemente en el intento, llevo horas sin usar las piernas y me ha dado un calambre, ignorando eso empiezo a caminar en dirección opuesta  a la finca y me sumerjo más a las profundidades de aquel bosque.

...

Llevo menos de dos horas caminando guiándome por el musgo de los árboles que siempre crece hacia el norte y hacia allá me dirijo, las fuerzas empiezan a abandonarme cuando encuentro una carretera, miro hacia ambos lados de la misma y a la distancia no se logra ver nada, de personas ni civilización, entonces miro al cielo el cual me da las respuesta.

Al noreste de la carretera el cielo se ve más claro y menos estrellando que el noroeste, significa que debe haber personas, aldeas, pueblos, algo que provoque esa luz, curso mi camino entonces, esperando que lo que sea que me encuentre no sea otra de las instalaciones de esa mafia.

...

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Esta por ser la primera novela, tiene muchos errores y mala narración, así que en la segunda cuenta esta historia será re-publicada, ya corregida y cambiada por una narración decente y con estructura.

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La Respuesta De La Venganza (Editando)Where stories live. Discover now