La Respuesta De La Venganza (Editando)

CAPÍTULO 14

En la fiesta se escuchaban las risas, y mil voces combinadas con la música a todo volumen, antes de ir a bailar reservamos una mesa algo alejada; para que luego Javier me extendiera su brazo para sacarme a la pista de baile.

La música esta movida por lo que no bailamos pegados el uno al otro, me encontré con Cloe y otras amigas así que me fui con ellas mientras Javier bebía y conversaba con unos amigos. Todo iba de maravilla, y en más de una vez me hicieron mención al look que tenía personas que solo conocida de vista.

*

Después de un rato todo se calma, todo está sereno a comparación a cuando llegamos, salí del salón de baile para tomar aire fresco, es sorprendente como el brillo de la luna embellece algunas cosas.

A mi lado aparece Javier, imitando mi acción de ver a la luna hasta que posa su mirada en mí hace una reverencia y se queda en esa posición con la mano extendida.

‒ ¿Quieres bailar? ‒el momento, el ambiente, las emociones, todo era tan irreal. Me toma la mano derecha mientras que con el otro brazo rodea mi cintura, y yo me abrazo a él con el brazo izquierdo, era evidente que no quería que eso llegara a su fin pero... no todo es lo que uno quiere ¿verdad?.

Nos separamos instantáneamente al escuchar una grito desde el salón de baile, nos apresuramos para ver qué había pasado, al llegar a la escena resulta que una chica había gritado cuando golpearon a su pareja, el atacante debió hacerlo dándose el caso de que el adolecente hubiera forcejeado.

Pero ¿Por qué? ¿Qué quería?, veo al agresor en el centro del salón todos los estudiantes con su ojos en él, ha logrado llamar la atención.

Extiende sus brazos al cielo que me permite ver que en una mano lleva un arma‒ Damas y caballeros ‒por fin habla y su voz tiene un acento muy característico, pero no sabría decir de dónde– esto que acaba de pasar no debió ser ‒musita señalando al chico en el suelo, que ha podido reaccionar e intenta levantarse‒ yo solo quiero una cosa, o más bien a alguien, una chica tal vez ‒posiblemente no haya sido yo la única a la que se le helo la sangre al escuchar esas palabras.

Antes de seguir escuchando su discurso, vi a algunos chicos trataban de proteger a lo que sería su pareja Javier también lo intento pero alguien se le adelanto.

A nuestro lado apareció un hombre que nos dijo que lo siguiéramos, que nos sacaría de allí a salvo y con estas palabras lo seguimos, en la puerta principal del colegio había un coche negro, sus ventanas tenían vidrios oscuros los cuales empezaron a descender. Al paso de esto se pudo ver el rosto del comisario Stevan.

‒ Suban rápido ‒exigió y le obedecimos, el auto empezó a andar a toda velocidad.

Me abrazo a mí misma por la inquietud y me decido a preguntarle‒ Stevan ¿Qué está pasando? ¿Quién era ese tipo? ‒él me ve por el retrovisor interno y suspira.

‒ Te lo explicare todo al llegar ‒ (¿llegar a dónde?) Tenía tantas preguntas, pero opte por quedarme quieta hasta llegar a donde sea que nos esté llevando con el pensamiento de que me respondería a todas mis dudas.

Llegamos a un edificio abandonado, entramos y nos informaron que esperaríamos hasta que llegara un helicóptero, en el cual... yo me iría.

Note a Javier muy alterado y descontento con la noticia, iba de un lado del cuarto al otro y así sucesivamente, cuando el comisario y sus compañeros nos dejaron solos Javier vio una vez más a la puerta para asegurarse de que se habían ido, se acercó a mí y se sentó a mi lado.

Mis ojos se lo miraron fijamente‒ No sé qué este pasando. Pero no te dejare sola ‒musita y se apega más a mí.

Pasaron unos cuantos minutos antes de que volviera el comisario Stevan, mi mirara se fija en cada movimiento (estaba tensa su mandíbula y sus manos hechos puños) eso no hacía más que ponerme más nerviosa.