Capítulo 25

22 18 0
                                    

Han pasado semanas desde ese día, y sigo con mi proceso de recuperación, ahora la seguridad se ha multiplicado, y no puedo salir a ningún lado sin escoltas. Adán se ha ofrecido a cuidarme trabajando desde casa, sé que no se divierte como antes, ya no hace la práctica forense, solo papeles.

Pero me dice que es un pequeño sacrificio por mi bienestar, Javier no lo he visto muy a menudo a pesar de mantener conversaciones telefónicas seguidas, según un pedazo de la información que le di a podio avanzar algo en el caso para encontrar a Colín y a todos sus involucrados.

También me informo que mi esfuerzo dio más frutos de lo que pudiera haber imaginado, el caos creado por la explosión atrajo a las persona y autoridades a las cueles habían llamado, reportando y horrible sonido, al llegar las autoridades pertinente inspeccionaron todo el área encontrando la base de producción.

Lo que para los locales era una casa de campo, a las cual no se le permitía a nadie deambular por sus cercanías, resulto ser un importante centro de producción de sustancias estupefacientes. Y gracias a su base de datos se convirtió en un centro de información para la localización de otros centros, desplomando más de 6 ejemplares.

Todo esto involucra una perdida para ellos de más de 30 millones de dólares. Y su jefe principal ha caído, Ryan no sobrevivió al disparo, y en la morgue le dedujeron que murió poco menos de media hora después de recibir el ataque, y como nadie reclamo el cuerpo, lo donaron a la morgue donde lo tienen es estado de conservación.

El paradero de Colín aun es desconocido, pero siguen haciendo todo lo posible para encontrarlo.

‒ Con esto hemos terminado por hoy ‒me anuncia el terapeuta que me ha estado acompañando estos últimos días, me levanta para salir y en el marco de la puerta se encuentra Adán.

‒ Gracias doctor ‒recibe como respuesta un asentamiento de cabeza por parte del terapeuta‒ lo acompaño a la salida ‒le ofrece.

‒ No gracias joven, conozco el camino, cualquier cosa pueden llamarme.

‒ Gracias nuevamente, y claro que no duraremos en llamarle.

Después de unos segundos el doctor se aleja por el pasillo, Adán me mira y se acerca a mi asiento.

‒ ¿Cómo te encuentras hoy? ‒pregunta mientras se sienta a mi lado.

‒ No diferente a los otros días, así que estoy bien.

‒ Lograras recuperarte de lo que viviste en ese horrible lugar‒me dedica una mirada tierna y nostálgica, solo alzo una de mi cejas con una pequeña sonrisa de lado‒ lo digo en serio ‒ahora se expresa más relajado y animado, ha estado tratando todo este tiempo de animarme y subirme el ánimo, y con tantos intentos lo logra de vez en cuando.

‒ Gracias ‒le dedico un sonrisa sincera, sin necesidad de forzarla para fingirla verdadera felicidad de tener su apoyo.

‒ Me gusta cuando sonríes, y para que esa sonrisa se mantenga alguien te ha venido a visitar‒aun sonriendo hago un gesto interrogante, en eso se levanta hacia la puerta, y hace un ademan para que se acerque alguien, por la puerta pasa Javier con una bolsa de regalo.

‒ ¿Cómo has estado? ¿Te tratan bien? ‒pregunta dedicándole una mirada divertida a Adán el cual también se ríe.

‒No, no me dan dulces‒dijo siguiéndole el juego, Adán hace un gesto de indignación.

‒ Si así son las cosas, lo dejo para que hablen más ajusto ‒finaliza con una sonrisa saliendo de la habitación.

‒ Bueno para que no te amargues de traje algo‒de la bolsa que trajo saca una caja de chocolates.

La Respuesta De La Venganza (Editando)Where stories live. Discover now