La Respuesta De La Venganza (Editando)

CAPÍTULO 18

*5 años después*

Otro día, o eso parece porque el sol aun no sale y ya la alarma me está molestando, me levanto estirando mi cuerpo sentada en el borde de la cama, camino hacia el baño para darme una ducha esperando que se me quite la flojera.

Con un poco más de ánimo, voy a mi vestidor opto por una falda bandage marrón y una camisa abotonada manga corta blanca, la típica ejecutiva pero qué más podía hacer es el uniforme de la empresa, empecé a trabajar hace unos meses, no quise perder el tiempo después de graduarme, aunque me había retesado un poco con el cambio de país.

Actualmente soy secretaria de gran confianza a pesar del poco tiempo laborando, debido a mi buen rendimiento y desenvolvimiento en el campo, esto incluye servicio al cliente personalizado, escale rápido en mi trabajo. Lo que atrajo comentarios como que mantengo una relación más personal con mis superiores más allá de la de jefe-empleada.

Mientras triunfas la envidia nunca faltara en cualquier parte del mundo pero eso no me detiene, lo que si he estado pensando es mi antigua vida, preguntándome como estarán todo, que es de sus vidas y esas cosas.

Y pensando así, planeo volver a EEUU, llego al edificio y saludo a mi amigo de la resección y tomo el elevador hasta el piso 35, mientras subo voy fantaseando con volver a ver a mis amigas y a los muchachos, que ya deben ser hombre y mujeres, y en un pensamiento fugas se me ocurre un viaje con ellos a cualquiera de mis dos tierras.

Los chicos les gusta mucho México según recuerdo, y también recuerdo con melancolía cuando Samanta y Rose nos dejaban de preguntarle a mi madre de Venezuela.

Perdida en mis pensamientos no me doy cuenta de que ya he llegado al piso 35, camino a mi oficina y voy saludando a todos, al llegar veo en mi escritorio una montaña de documento, mi cara cambia de expresión y así empiezo a trabajar.

*

Ya casi es la hora de finalizar, respondo los últimos correos en mi computadora y archivos algunos documentos, me llega un mensaje de un correo desconocido para mí, no reconozco el usuario, lo abro para ver de qué y quien se trata.

De: ¿?

Para: Elizabeth.

Tanto tiempo ¿Cómo has estado? Debo admitirlo no fue fácil encontrarte.

De: Elizabeth.

Para: ¿?

¿Quién eres?

De: ¿?

Para: Elizabeth.

No recuerdas a tu mejor amigo.

¿Mejor amigo? ¿Quiénes este tipo?

De: Elizabeth.

Para: ¿?

Por mensajes no se reconoce a una persona, así que lo volveré a preguntar ¿Quién eres?

De: ¿?

Para: Elizabeth.

Te daré una pista, tu primer beso.

(No puede ser...)

De: Elizabeth

Para: ¿?

¿Colín?

En el mensaje no se podía expresar lo temblorosas que estaban mis manos.

De: ¿?

Para: Elizabeth

Hasta que por fin, te estarás preguntando cómo te encontré por la hora no podría contarte todo a detalle y como ha sido tanto tiempo, que te parece si nos reunimos. Propongo la cafetería que está al frente de la plaza central.