Especial 1: Anabel

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*Los especialistas son al finalizar la historia. Estos contienen sucesos fuera de tiempo. No son necesarios leer pero uwur, esta bonetos.*

ANABEL

(1)

¡Que nervios, nervios, nervios!

Haber encontrado al cabeza de brócoli (Pedro), coqueteando con Mahia después de el entrenamiento de natación. Muy cerca y juntitos. Me había ganado el pase perfecto hacía mi objetivo. Porque cuando me interesaba algo, no tenía problemas con esforzarme y al paso arrastar a más personas conmigo.

Y es que, fue un sencillo instante donde mi corazón clip.

—Allan. Avanza a la derecha. —Un tipo alto moreno gritó.

Rodando los ojos maldije a mis adentros cuando mi tía ofreció que tranquilamente, Pedro podía pasar a verme luego de mis clases extracurriculares.

El entrenamiento era aburrido, en general, los deportes me aburrían. Y en especial este me cansaba.

—Solo es atrapar una pelota anaranjada. No tienen porque gritar. —masculle irritada.

Apestaba tener que esperar en las gradas. Con el único entretenimiento que era los ejercicios de matemáticas de las clases extras que tenía para mejorar mis calificaciones. Mi madre aspiraba mucho de mí, al igual que yo.

—Corre más rápido. Estás muy lento, Pedro. Si quieres te doy un beso para que te animes. —Bromeó un castaño. Lucía fatal con el sudor recorriendo por su cuerpo. Aunque el uniforme se le pegaba al cuerpo de forma impecable. —Solo dímelo y voy.

Pedro le dio una palmada en la espalda. —Hablas babosadas, Allan.

—¡Hey yo te acepto ese beso, Allan! —comentó otro chico simpático acercándose a ellos —Estoy necesitado. Karla me está ignorando...

La entrenadora interrumpió el breve descanso sonando el silbato entre sus labios.

—Una jugada más. Y Luis, trata de agarrar el balón una vez sin vomitar, te lo agradecería bastante. Bueno, está es la estrategia que utilizaremos...

—Son patéticos. —Que humor de perros me traía.

Agarre mi maleta para sacar mis audífonos. Necesitaba concentrarme para poder acabar lo más rápido posible los ejercicios. Matematica se me daba bien sin presión.

Puse a reproducir varias canciones al azar. Acabo de unos minutos Malboro Nigths inundaba mis oídos con una excelente instrumental. Una sonrisa bailó en mis labios. Cerré el cuaderno cuando acabé. Necesitaba darme un brake. Sin embargo, alcé mi rostro para divisar a mi primo, pero la siguiente ecena me eclipsó por completo.

Unos ojos dilatados que se notaban a lo lejos. Con ese aire flamante recorriendo cada parte de mi cuerpo extremeciendolo. Su cabello castaño sudado. Las comisuras de sus labios bailando en una sonrisa. Su cuerpo elevado en micro segundos para encestar y...

—¡Demonios! —exclamó el moreno al ver que no anotaron el punto. Fue un completo fracaso.

—Lo siento. —Se disculpó hacía sus compañeros rascando su nuca. —Ando distraído últimamente.

—¡Ja! Me debes diez dólares Pedro.  —exclamó el tercer pie de ese par. —Seré millonario a este paso.

—¡Pareces un grano en el culo, Pablo!

—¡¿Por qué estoy en sus tontas apuestas?! —exclamo escondiendo la diversión que sentía.

—Chicos. Calma, esto...

¿Y si te digo que te extraño? [EN REVISIÓN]Where stories live. Discover now