Capítulo 12.

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Valeria respiró profundo, abrazándose a sí misma, sintiéndose nuevamente a la deriva. Apretó los labios, sin levantar la mirada, nerviosa, por alguna razón que no podía explicar... 

-¿Y bien?-Dijo Arlen, con la mirada fija en la chica.

-Desde que huí de mi madre...-Empezó, con la voz temblorosa.-E incluso mientras ella me tenía encerrada en su ilusión... Me han pasado cosas extrañas. No puedo explicarlas.-Bacu respiró profundamente, y luego exhaló con cansancio.

-¿Podrías tratar de describir algo...?-Pidió él. Valeria suspiró, tratando de organizar la tormenta en su cabeza. Recordó el momento en el que salió de la ilusión, el enfrentamiento con su madre, y luego aquellas veces en la isla, cuando Arlen y ella huyeron.

-Recuerdo... Que la primera vez que hice algo como eso, fue cuando escapé de mi madre.-Atinó a decir vagamente. Levantó la vista, y las miradas de sus acompañantes demandaban claramente una explicación más extensa. Ella respiró profundo, y trató de proseguir; -Fue como si... Algo me guiara. De repente sabía cómo hacer un hechizo, aunque nunca había visto nada relacionado con la magia antes.-Arlen emitió un gruñido desde su lugar.-¿Qué pasa?

-Ni tú, ni nadie ha visto o escuchado algo que tenga que ver con la magia desde hace un largo tiempo. Ya no se practica.-Explicó él, cuando de repente su voz comenzó a quebrarse.-Nunca llegué a leer registros de ningún reino que utilizara la magia hoy en día.

-¿Entonces cómo lograron escapar de Tradi?-Preguntó Bacu, incrédulo. Valeria, sin saber cómo responder a eso, dirigió su mirada a Arlen. Él, paralizado por un momento, observó fijamente el fuego ante él. Danzante, cálido, e hipnotizante. Tomó su bolso, y lo abrió para buscar en él la piedra que habían utilizado para avanzar en el mar. Valeria la reconoció en el momento.

-Encontré esta piedra en el museo de mi isla. Según su descripción, tiene propiedades mágicas...-Levantó la vista hacia Valeria, recordando aquella situación, dandose cuenta de lo asombroso que había sido.-Solo reaccionó a tí... Como si fueras una fuente de energía para ella...-Bacu se acercó para analizarla, con una expresión curiosa en su rostro.

-Eso no es todo...-Musitó la muchacha.-Arlen... La primera vez que te conocí, recuerdo haber visto... Algo en tí.-Expresó, a  lo que el mencionado volvió a mirarla, con una ceja enarcada.

-¿De qué hablas...?-Inquirió él.

-Fue por un segundo... Vi unas luces rodearte. Eran azules y amarillas... Pensé que solo veía cosas por el cansancio y la luz... Pero ahora empiezo a dudarlo.-Ambos chicos ladearon la cabezza, sin lograr entender nada.

-¿A qué te refieres? ¿Luces de colores? Eso no puede exis...-Bacu no pudo terminar de hablar, pues se dio cuenta de que, después de todo lo que Valeria había explicado, unas luces de colores podrían ser lo más normal con respecto a la magia. Nuevamente, el trío se encontraba en silencio. Arlen, analizando la piedra. Bacu observando el fuego, y Valeria mirando al suelo con una expresión vacía. No entendía qué le estaba sucediendo, y no quería cuestionárselo, pero había llegado el momento de enfrentarlo. Algo no era normal en ella...

-Oye, Val...-Dijo Arlen, sin dejar de observar la piedra.-¿Qué piensas tú sobre todo esto?-No sabía qué responder. Estaba tan perdida como ellos, incluso tal vez más.

¿Qué pensaba? En que tenía miedo. En que estaba molesta. Enojada. ¿Quién era? ¿De dónde venía? ¿Qué era? ¿Qué debía hacer? ¿Cómo debía hacerlo? Otra vez la tormenta nublaba sus pensamientos, creando un remolino de preguntas sin fin. Fue entonces cuando un recuerdo lejano se hizo presente. Revivió aquel momento en el que su amigo la había ido a buscar a casa por su cumpleaños. El día increíble que había vivido. Lo amable que él había sido... Y luego la realidad llegó. No sabía si decir que la realidad arruinó su vida... Porque, para ser sincera, ¿Quién querría vivir una vida falsa? Solo su madre...

El Despertar de la Sombra I. SueñoWhere stories live. Discover now