Capítulo 17.

13 2 4
                                    


Arlen se encontraba inquieto dentro del carruaje, yendo de una ventanilla a la otra, esperando ver algo diferente al sendero bordeado por árboles y farolas, pero aún así fascinado por la belleza de lo poco que podía ver. Para tranquilidad de Bacu, el chico se sentó en su asiento por fin. Valeria, durmiendo con la cabeza sobre el regazo del granjero, emitió un quejido. Arlen no tardó ni un momento en volver a dar vueltas en su asiento, lo que hizo a Bacu carraspear.

-Si sigues moviéndote así, vas a tirar la carroza abajo.-Dijo. Arlen se detuvo, con una expresión de cachorrito regañado. Empezó a analizar el carruaje. En el techo de este, nuevamente, podía ver una figura resemblando el resplandor del sol, como la que había en el puerto. Se preguntó si tenía alguna importancia o si solo era su decoración... Aunque, al pensarlo bien, parecían tener las figuras geométricas muy interiorizadas no solo en la arquitectura, también en los diseños de sus ropas. Se dijo a sí mismo que debía averiguar sobre el significado de los símbolos. Luego de repetirse unas cinco veces a sí mismo, bajó la mirada hacia sus amigos. Bacu empezaba a cabecear, pero Valeria empezaba a abrir los ojos ligeramente. Respiró hondo, sintiendo el aroma a cuero del asiento, mezclado ligeramente con el olor encapsulado de la ropa sucia que aún tenían encima. Se sentó lentamente, refregándose los ojos.-Buenas noches.-Arlen la saludó con un gesto de la mano.

-¿Dónde estamos?-Preguntó, aún algo adormilada. Bacu volvió en sí, levantando la cabeza.

-Nos están llevando al lugar en el que nos quedaremos...-Respondió, para luego bostezar, abriendo la boca ampliamente, estirando los brazos lo más alto que pudo. Valeria asintió, con los párpados caídos. Era probable que no hubiera escuchado la respuesta, pues un segundo más tarde acomodaba su cabeza contra la pared del carruaje para volver a dormir.

-Chicos... Vamos... Estamos en Ramur... ¿Enserio van a dormir?-Dijo él, con una gran sonrisa y grandes ansias brotando por todo su rostro. Bacu levantó la cabeza para mirarlo con cansancio.

-Tú estabas durmiendo hasta hace 30 minutos.-Respondió.-Además, en el momento en el que toques una cama, caerás rendido. Nosotros, en cambio, podemos dormir perfectamente en cualquier lugar.

-Cierto...-Murmuró Valeria, con un jadeo. Arlen rodó los ojos.

-Pero es que es el reino más antiguo de todos, tiene mucha historia, arquitectura impresionante, paisajes inmaculados...

-...Gente que da miedo...-Agregó la chica, lo que le sacó una sonrisa a Bacu. Arlen frunció el entrecejo.

-La gente ramurana es conocida por su gran hospitalidad y bondad.-Rezongó, cruzándose de brazos.-Además de que tienen uno de los ejércitos mejor entrenados en todo el globo.-De repente, Valeria se vio muy interesada por lo que acababa de decir su amigo. Abrió los ojos y se sentó en su lugar.-Son entrenados en combate cuerpo a cuerpo, tiro con arco, esgrima, y muchos otros estilos de pelea.-La chica, escuchando atentamente, tuvo una idea. Por lo menos para ahorrarle molestias al resto, y ser capaz de defenderse a sí misma, pensó que valdría la pena instruirse en combate cuerpo a cuerpo. Trató de imaginarse a sí misma entrenando, pero no era capaz. No podía verse como una chica lo suficientemente fuerte como para enfrentarse a alguien... Debía hacer algo. Debía cambiarlo.

En el tiempo en el que ella pensaba, no se dio cuenta de que Arlen seguía hablando del maravilloso reino que era Ramur. Con algo de esperanza, sonrió ligeramente, para luego apoyar la cabeza en la pared, junto a la ventana.

~ * ~

El tiempo pasó, probablemente un largo tiempo, pues cuando se detuvieron por completo, los tres jovenes se despertaron con un ligero sobresalto. Arlen miró por la ventana a su derecha, y vio que ya no había árboles... Solo oscuridad... O más bien sombras...

El Despertar de la Sombra I. SueñoWhere stories live. Discover now