Capítulo 13.

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Por alguna razón, la luz que la rodeaba no la molestaba. Era cálida y hermosa. Ybris, erguida a unos metros de ella, extendió su mano. Valeria la observó.

-Ven. Quiero que veas algo.-Sin nada qué perder, la muchacha dio un par de zancadas y tomó fuertemente la mano hecha de pura energía. Algo en ella se sentía... Vivo.

En un segundo, la luz se desvaneció, solo para encontrarse nuevamente en el bosque... Pero esta vez, era el bosque en el que los tres habían sido atacados por la criatura. Anonadada, Valeria observó en todas direcciones. La carreta rota, el acantilado, las provisiones... Y los cuerpos de sus amigos... Junto con el suyo propio.

-¿Qué está pasando?-Preguntó, volviéndose para ver a Ybris.

-Ustedes entraron en territorio protegido por un hechizo. Esa criatura era para espantarlos, pero terminaron demasiado cerca al caer por ese acantilado...-Explicó, lo que hizo a Valeria preguntarse algo más.

-¿Qué está protegiendo?-Ybris dirigió su mirada hacia adelante, y en unos segundos ambas se encontraron ante una pequeña choza, un poco más profundo en el bosque. Estaba maltrecha, y parecía que alguien la había destrozado. Sin decir ni una palabra, Valeria se acercó a la escalera que daba a lo que antes debía ser la puerta. Notó la madera ennegrecida, y los cortes profundos en la misma. Parecía que alguien había peleado allí. Y fue entonces cuando logró conectar los puntos.-Alguien quería esconderse... Y no lo logró.-Murmuró. Volteó para volver a ver a Ybris. Con decisión, expresó; -¿Cómo salgo del hechizo?

-Lo único que debes hacer... Es aceptar.-Con el entrecejo fruncido, Valeria parpadeó, en un intento por comprender lo que acababa de escuchar... Pero repentinamente se encontraba nuevamente en aquel bosque oscuro y desolado.

-¡Ybris! ¡No lo entiendo! ¡Ayúdame, porfavor!-Gritó al aire, tratando de buscar con la mirada aquella luz resplandeciente, sin encontrarla.

¿Qué era lo que debía aceptar? ¿Qué debía hacer? La desesperación afloró nuevamente, mientras su respiración se agitaba, al mismo tiempo que un nudo en la garganta se hacía presente. La oscuridad del bosque parecía cada vez más abrumadora. El manto negro la rodeaba cada vez más, hasta que lo único que pudo ver era el vacío ante ella...

El vacío... La soledad... El olvido... Todo iba a ser de esa forma, desde ese momento en adelante. Las preguntas volvían a revolotear por su cabeza como animales carroñeros, esperando a que ella cayera por la incertidumbre, y abandonara toda esperanza de seguir intentando conseguir respuesta, para consumirla por completo... Y entonces, ¿Qué pasaría?

"Nosotros estamos aquí para tí"

Su mente se puso en blanco. La voz de Bacu resonó en el vacío, o tal vez en su cabeza. En realidad... Ya no podía notar la diferencia.

-¿De verdad... Están aquí para mí...?-Murmuró, con un atisbo de esperanza en su voz. Apretó los labios, y se dijo a sí misma que debía creer que, aquellas personas, sus amigos, estarían allí para ella. Esperándola, ayudándola, levantándola cada vez que cayera ante las dudas. Debía convencerse a sí misma para poder salir de la oscuridad.-Sé que me quieren... Pero sigo teniendo miedo... Aunque supongo...-Hizo una pausa, mientras trataba de poner toda su fe en aquellas palabras.-Supongo que puedo confiar en ustedes... Aún teniendo miedo...-Cerró los ojos con fuerza. Esa era la verdad. Era su verdad. Si no confiaba en ello... En realidad, estaría completamente perdida. Al abrirlos nuevamente, se encontró en un bosque verde y vivo, con un fuerte dolor en la cabeza muy familiar.

Respiró profundamente, lo que le dolió. El levantarse también le dolió, pero al ver a Arlen y Bacu a unos metros de ella, la hizo olvidarse por unos segundos del dolor. Se arrastró como pudo, con mareos y todo, hasta Arlen. En el suelo, dándole la espalda, el chico parecía temblar de terror dentro de sus sueños. Al voltearlo, su rostro demostraba pavor. Decidida, Valeria se acercó a su oído, para luego murmurar;

El Despertar de la Sombra I. SueñoWhere stories live. Discover now