d i e c i s i e t e

1.7K 221 86
                                    

Cuando YoonOh aparcó el auto frente a su casa suspiró aliviado. Al fin podría tirarse en su cama a descansar luego de un horroroso día en el trabajo.

Sus planes se vieron arruinados cuando escuchó risas al abrir la puerta. Su hermano y sus amigos tenían una especie de torneo de FIFA, así que iba a ser una tarde ruidosa.

Los menores lo saludaron efusivamente e incluso le preguntaron qué tal había estado su día, pero él solo sonrió en respuesta y entró a la cocina en busca de algo para comer.

—Perdón por no avisar que vendrían—su hermano se paró frente a él mirando al suelo como niño regañado.

—No, está bien—rio—. Es que tuve un mal día en el trabajo—se encogió de hombros—. Perdóname y discúlpame con los chicos.

—Trataremos de guardar silencio—lo miró de reojo.

—No lo creo, pero gracias.

SungChan asintió con una sonrisa y salió de la cocina.

YoonOh tomó un bote de helado, tomó una bolsa de pan, una de galletas y subió a su habitación.

No solo tuvo un mal día en su trabajo, tuvo un mal día en su vida. Sus jefes habían estado haciendo algunos negocios por debajo del agua y luego de una auditoría, todo se vino abajo. Iban a dejar de darle esos jugosos bonos con los cuales se daba el lujo de comprar despreocupadamente.

Desde que les habían dado la noticia, él no pudo dejar de hacer cuentas en su mente. Había gastado como loco en Navidad. ¿Quién carajos le dijo que era buena idea comprar un brazalete de oro y ropa de las marcas más costosas para los amigos de su hermano?

Abrió el bote de helado, se dejó caer en su cama y comenzó a comerlo como si no hubiera un mañana. Comenzó a devorar las galletas sin importarle que las boronas cayeran sobre su cama.

Estaba tranquilamente sumergido en su propia miseria, cuando su celular comenzó a sonar. Sin ver quien lo llamaba respondió de la manera más pesimista que pudo.


—Ho-hola, YoonOh.

—Oh—se incorporó de golpe—. Hola, señor Lee. ¿Qué sucede?

—Los niños quieren invitarte a ver una película esta noche para agradecerte por sus regalos.

Tal vez sería bueno salir y despejarse un rato de sus preocupaciones.

—Me encantaría. ¿Llevo algo? —que diga que no, por favor.

—No. No hace falta.

—De acuerdo. Llego en una hora.

—Con cuidado.

YoonOh asintió y se levantó para darse una ducha.

Se vistió con un pantalón ajustado en color negro, zapatos del mismo color, un suéter delgado de color blanco y encima una camisa roja a cuadros. Se perfumó un poco más de la cuenta y luego de peinar su cabello y cepillar sus dientes, salió de su habitación.

Al bajar, todos lo miraron entre coquetos y curiosos.

—¿A dónde tan guapo, hyung? —preguntó YangYang.

—Iré a ver a alguien—sus orejas inconscientemente se tiñeron de rojo.

—¿Es bonita?

El señor Lee era muy apuesto.

—Sí.

—¿Quién es? —preguntó Chenle.

—¿A ustedes que les importa con quién sale hyung? —preguntó Shotaro.

Bizarre [JaeYong]Where stories live. Discover now