Bizarre [JaeYong]

v e i n t i d ó s

YoonOh no podía explicar como se sintió al tener a ese hombre frente a él. Tenía ganas de preguntarle porque les había hecho daño a los Lee, siendo de las personas más puras que había conocido en su vida.

El sentimiento de golpearlo era fuerte. Su padre le había dicho que la violencia no estaba justificada, a menos que fuera hacia alguien que lo mereciera. YunHo estaría muy orgulloso si le decía que golpeó a alguien que le rompió el corazón a toda una familia.

Pensó en decirle que se fuera y que no apareciera más en la vida de los Lee, pero sentía que eso no le correspondía, ni, aunque era novio de TaeYong. Lo pensó, pero al final fue en busca del mayor.

TaeYong cargaba una pequeña bandeja con postres y en cuanto la dejó en la mesita de la sala, se giró con una sonrisa para preguntarle quien había tocado el timbre.

YoonOh no quería decirle. No quería borrar esa sonrisa y arruinarle el momento, así que, se acercó con cuidado y susurró el nombre.

—¿Eh? —preguntó casi sin aliento—. ¿Estás seguro? ¿Cómo es? —suspiró con dificultad.

—Es como de tu altura, cabello negro, ojos grandes...

—¿Podrías quedarte, por favor?

YoonOh asintió frenéticamente y caminó a su lado, hasta que TaeYong se detuvo a unos cuantos pasos de la puerta.

—Llama a Johnny—con la mano temblorosa, desbloqueó su celular y se lo dio al menor, quien lo tomó y rápidamente buscó el número del señor Seo.

—Hey, ¿cómo va todo? —usó un tono juguetón.

—Señor Seo, soy YoonOh.

—¿Qué sucede? —preguntó alarmado.

—El tal JongHyun está aquí.

—¡No dejes que se le acerque!

—E-están hablando.

—Carajo—susurró—. Vamos para allá.

Y sin que YoonOh pudiera responder, Johnny cortó la llamada.

El menor se acercó más a la puerta y se quedó en silencio.

TaeYong no podía creerlo. No podía creer que luego de estar meses en paz y feliz, JongHyun volviera a su vida como si nada.

Caminó con pasos torpes hasta la puerta y al abrirla, su cuerpo se estremeció. El pasado se apoderó de su cuerpo y de su mente, dejándolo vulnerable.

—Hola, Yonggie—saludó con una sonrisa que lo doblegó en cientos de ocasiones—. ¿Cómo estás?

Con ganas de llorar.

—Te ves bien.

Luego de meses de terapia, sí. Si me hubieras visto hace meses, no dirías lo mismo.

—JongHyun... —su voz sonó como si estuviera suplicando. En el pasado usaba un tono similar cuando le pedía que no lo lastimara y más cuando le pedía que no lo dejara.

*

—Y-ya sé que fue mi culpa—sobó su mejilla—. Por favor, perdóname. Prometo que ya no haré nada para molestarte, pero por favor no me dejes-suplicó entre lágrimas—. Jonghyun...