Bizarre [JaeYong]

c u a r e n t a y t r e s

Eran las cuatro de la mañana cuando TaeYong despertó por sexta vez. Comprobó la hora en su celular y lo dejó en su lugar para volver a acostarse con cuidado de no despertar a su novio. Suspiró y se quedó mirando el techo mientras conciliaba el sueño de nuevo. No entendía que le pasaba, así que comenzó a pensar que tal vez su cena le había caído pesada, pero solo bebió un té y comió un panecillo de moras. Recordó cuando los tíos Seo hacían pijamadas con ellos; comía hasta cuatro rebanadas de pizza acompañadas de un enorme vaso de soda y podía dormir sin problemas, pero esa noche algo andaba mal.

Sus intentos para poder dormir de nuevo, fallaron. Comenzó a contar ovejitas, pero luego de cien, se rindió y miró el cielo que cambiaba lentamente de tonalidad hasta llegar al amanecer. Se juró que nunca jamás pondría a sus hijos a contar estúpidas ovejas.

Se giró un poco en su lugar para mirar a YoonOh y luego de un par de minutos, no podía creer que ese hombre además de ser muy buena persona, era jodidamente atractivo y era su novio. Suspiró sintiendo algo extraño en su pecho y se acercó más a él para depositar un beso en su mejilla, pero como el menor no se movió ni un milímetro, depositó otro más, esta vez en la línea de su mandíbula.

YoonOh esbozó una sonrisa aún con los ojos cerrados y abrazó a TaeYong para pegarlo más a su cuerpo.

—Buenos días, amor —acarició su hombro.

—Buenos días —escondió su rostro en el cuello del contrario, suspiró hondo llenando sus fosas nasales del delicioso aroma que el castaño emanaba y en ese momento, volvió a la realidad.

Era el último día de YoonOh en casa.

—¿Qué hacemos para desayunar? —lo sacó de sus pensamientos y con un puchero que no fue visto por su novio, se encogió de hombros—. ¿Panqueques con chocolate? ¿Huevos revueltos? ¿Con tocino? ¿Pan tostado? Ayer ví en la televisión una receta de crepas con avena, ¿crees que les guste a los niños? Les podemos poner chocolate y... —un sollozo por parte del mayor resonó por toda la habitación—. ¿Amor? —preguntó con un tono bastante preocupado.

—YoonOh —chilló sobre su cuello y el más alto solo se preocupó más.

—¿Qué sucede, amor? —se incorporó y su novio llevó sus manos a su rostro—. ¿Te duele algo?

TaeYong negó, se incorporó y se sentó en el borde de la cama para tomar un pañuelo desechable y limpiar su rostro.

—Lo siento —suspiró con dificultad.

—¿Qué sucede? —acarició su hombro.

—Es que... —hizo una pequeña pausa, ya que le avergonzaba que supiera la razón de sus lágrimas, las cuales se volvieron a hacer presentes mientras su labio inferior temblaba.

—¡Papi! —Jeno entró corriendo a la habitación con XiaoJun detrás, quien intentaba detenerlo—. ¡Papi! —corrió a los brazos de YoonOh. El mayor lo llevó al otro extremo de la cama para que no viera a su padre, así que nisiquiera se inmutó de lo que pasaba.

—¡Tienes que tocar la puerta antes! —XiaoJun gritó algo agitado y al ver que su hermanito estaba totalmente perdido con YoonOh, él fue directamente con su padre—. ¿Papá? —susurró.

—Buenos días —limpió su rostro y sonrió.

—¿Por qué lloras? —preguntó con el mismo tono de antes el mayor de sus hijos mirando a YoonOh con el ceño fruncido y cruzándose de brazos.

—Estoy bien, corazón...

—Tú me dijiste que si te hacía llorar lo íbamos a sacar a patadas —en este punto dejó de susurrar y YoonOh al oírlo, abrió los ojos como platos y comenzó a jugar con Jeno a las cosquillas para distraerlo.