t r e i n t a y o c h o

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JongHyun había progresado demasiado y era por eso que los doctores lo habían dejado salir con la condición de que tuviera a una persona que viera por su bien afuera. Él por supuesto llamó a BaekHo.

—Te ves bien, Jong—el chico musculoso sonrió y encendió el auto para llevarlo lejos del aquella clínica.

Luego de varias horas de camino, llegaron al bar que le pertenecía a su amigo y se dirigieron a la oficina de éste para hablar con mayor privacidad.

—Hablé con Ren y no tiene problema con que vivas con nosotros...

—Aunque lo agradezco, no podría arruinarles su vida.

—No lo harás. De verdad estaríamos felices de tener compañía.

—Gracias, pero no—esbozó una sonrisa.

—Puedes vivir aquí—su amigo negó—. Puedo adaptar la oficina como una habitación y...

—No—rio—. Pienso conseguir un empleo y pagarme algo aunque sea pequeño.

BaekHo respiró hondo.

—Al menos acepta mi ayuda económicamente, mientras consigues un empleo. Por favor.

JongHyun asintió y aceptó la gran cantidad de dinero que su amigo le dió, con la que podría rentar un buen departamento y comer bien durante al menos tres meses. Esperaba conseguir trabajo antes de eso.

No fue muy difícil conseguir trabajo en un restaurante de comida rápida. Ya llevaba una semana ahí y se sentía feliz, incluso cuando le tocaba estar todo su turno en la cocina.

Una par de semanas después, cuando su hora de comida comenzó, entró al baño para quitarse la malla que evitaba que su cabello cayera en la comida y tomó asiento en el comedor del lugar. Escuchó una voz que se le hacía muy familiar y pensó que podría solo ser producto de su imaginación, pero al girarse vio a TaeYong agradeciendo al chico que le dió su orden.

Parpadeó un par de veces sin creer que era real, pero ahí estaba el amor de su vida. En cuanto TaeYong se giró para salir del lugar, él agachó la vista hacia su comida para no ser visto.

Volvió al departamento que estaba arrendando y sentía una extraña sensación en el pecho. No había pensando en él en meses y solo con verlo una vez, recordó cuánto lo amaba y que su relación fue una de las mejores cosas que le pasó en la vida.

Esa misma noche antes de dormir, se convenció de que tenía que ir a hablar con él para pedirle una disculpa y contarle del tratamiento que había tomado en los últimos meses y que hasta estaba listo para volver a iniciar una relación si él aún quería, claro. Aunque se conformaría con su amistad.

Cuando llegó a casa de su exnovio, su mente se inundó de buenos recuerdos y no pudo evitar sonreír. Tocó el timbre y frunció el ceño cuando la puerta fue abierta. ¿Acaso su lindo exnovio había vendido su casa o quién era el apuesto muchacho que estaba frente a él?

—Oh... —lo miró confundido—. Es la casa de Lee TaeYong, ¿cierto? —preguntó para cerciorarse de que estaba en el lugar correcto y el chico asintió—. ¿Podrías llamarlo? —el joven de nuevo asintió, pero se detuvo a preguntar quien lo buscaba—. Kim JongHyun.

Esperó un par de minutos a que TaeYong apareciera y cuando lo hizo, lo saludó con una sonrisa bastante amplia.

—¿Cómo estás? —el contrario guardó silencio—. Te ves bien—y no mentía, se veía más hermoso que nunca.

—JongHyun...

JongHyun podía jurar que escuchar su nombre saliendo de sus labios, lo reparó en más de una manera.

Bizarre [JaeYong]Where stories live. Discover now